Para presentar su producto de hipotecas digitales, el banco mexicano BanCoppel atravesó un proceso de transformación de su arquitectura tecnológica, que incluyó el desarrollo desde cero de un core moderno, en un proceso que tomó dos años.
Mientras muchos bancos en América Latina se enfrentan al reto de digitalizar sus productos sobre sistemas heredados (legacy), con poca capacidad de escala, la entidad decidió competir en créditos con una hipoteca digital sin las limitaciones que suponen un sistema informático de vieja generación, en un ejemplo de cómo las entidades de la región se están embarcado en proyectos de envergadura para competir en el creciente mercado de las finanzas tech.
“Una de nuestras ventajas es que no teníamos una banca hipotecaria con fierros obsoletos, algo que sí nos pasa con otros productos”, reconoce Estephany Ley, directora corporativa de Banca Minorista de BanCoppel en una entrevista con iupana.
“Construimos […] con nube, con la arquitectura correcta y todos los proveedores detrás de una banca hipoteca, pero con tecnología de punta, en lugar de tener que actualizar una infraestructura vieja, que es lo que nos pasa mucho cuando queremos modernizar la oferta actual”, continúa.
Esta obsolescencia –y cómo combatirla– está cobrando relevancia entre los bancos, algunos con sistemas centrales que acumulan varias décadas, como recogimos en un informe especial de iupana, donde exploramos los desafíos y oportunidades de modernizar el core a través de las experiencias de distintas instituciones financieras.
La primera hipoteca digital
El banco asegura que esta hipoteca es la primera que puede ser solicitada y gestionada completamente en línea en el país, y perfila la capacidad de competir de BanCoppel en un mercado donde los bancos aún dependen de procesos tradicionales para tramitar este producto: visitas a sucursales, formularios físicos y largos tiempos de aprobación.
La directora dice que él único proceso presencial es la firma de ley ante un notario y añade que la experiencia es ágil, asimilando la UX de las fintechs.
El banco forma parte del Grupo Coppel, integrado por una de las mayores cadenas de tiendas por departamento de México, con un marketplace de comercio electrónico y una empresa de pensiones y seguros, en un ecosistema retail con servicios financieros complejos; una ruta que empresas como las chilenas Ripley y Falabella y la brasileña Magalú también están transitando.
“Queremos igualar la experiencia que brindan las fintechs, pero con nuestra oferta de valor, que creo que es una de las más completas que hay”, dice Ley.
Para Rodrigo Kuri, especialista en banca minorista digital con experiencia en Citibanamex y Santander, la deuda de los servicios financieros está en los procesos, más que en los productos. Lo complejo, dice, es el completar virtualmente las diligencias, desde la afiliación hasta el último paso.
“En la hipoteca digitalizarán el workflow, desde la solicitud hasta la formalización, en donde hay muchos pasos que se tienen que dar, y que, si están bien pensados, bien ordenados y el esquema de esos pasos está bien hecho, seguramente será un éxito”, opina el también cofundador y CEO de la plataforma de pagos y software para restaurantes Pacto.
Dos años antes del lanzamiento
La decisión de lanzar este producto digital vino del directorio y la contratación de talento fue clave. Para ello, el banco fichó a Ricardo García como director de Crédito Hipotecario, un ejecutivo con más de 20 años en el sector con experiencia en Banamex y Scotiabank.
BanCoppel espera tener un retorno de la inversión en cinco años, periodo en el que esperan alcanzar a un volumen de cartera de casi US$ 2.235 millones.
Desde la idea hasta el lanzamiento del producto, la entidad se tomó aproximadamente dos años, tiempo invertido en el diseño del proceso, aunque lo que demandó más espera fue el trámite de supervisión, pues el regulador pedía especificaciones operativas.
“Uno de los procesos más largos es la construcción de las carpetas normativas y la aprobación de ellas mismas por la autoridad […]. Todo esto se tuvo que entender muy bien, a un nivel de detalle muy granular con la autoridad, antes de poder salir a mercado”, agrega Ley.
No es por eficiencia, es por experiencia
Desarrollar un producto digital no siempre es sinónimo de reducción de costos. La ejecutiva explica que el costo de adquisición de clientes (CAC) en canales digitales es alto, por lo que la apuesta de la hipoteca digital no fue por eficiencia, sino por entregar valor en base a la experiencia.
“El seguimiento por WhatsApp, por teléfono, es muy intensivo en recursos. Entonces, yo no lo veo como: estamos lanzando una hipoteca digital porque queremos ahorrar. No va por ahí. Estamos lanzando una hipoteca digital, porque es una buena experiencia que recibe el cliente y que puede hacerlo desde la comodidad de su casa. Ese siempre ha sido el enfoque”, detalla.
El banco espera terminar el año con US$ 148 millones en la cartera del producto y para alcanzar esa métrica están conversando con constructoras inmobiliarias y han puesto foco en la inversión en canales digitales. En menos de 3 semanas en el mercado, la página de simulación ha alcanzado los 4,1 millones de visitas, aunque un préstamo hipotecario exige de más pasos, como la elección del inmueble y la tasación.
“Estos ciclos son más largos. El reto es acotar esos ciclos para que lo más rápido posible el cliente pueda ejercer su crédito con la compra de su inmueble”, sentencia la directora.