El grupo BBVA está probando un modelo de buy now, pay later (BNPL) llamado Powerpay, en una apuesta que demuestra la importancia de las alianzas estratégicas entre instituciones financieras y comercios.
En un contexto regional con bancos como Galicia de Argentina, que presentó Nave, o fintechs como Klarna, que ha expandido sus operaciones a 85 millones de usuarios globales incluyendo en México, el consorcio español también ve el BNPL como una oportunidad de negocio.
Powerpay se propone cerrar 2025 triplicando sus cifras del año anterior, lo que implica ofrecer más créditos en el punto de venta, un reto que les exige ganar relevancia entre los comercios, mediante integraciones a terminales de venta o pasarelas de pago de forma simple y que demuestren su capacidad para aumentar las ventas, dice Juan Fernando Villena, CEO de Powerpay a iupana en una entrevista.
“El comercio te puede decir: sí quiero. Pero si tú no le haces fácil llegar al mecanismo que utiliza para cobrar en su tienda, todo queda en una bonita reunión de mucho interés, pero que no puedes concretar porque el comercio no puede originar la transacción”, agrega, mientras explica que están empezando las pruebas en Perú y que no descartan expandirse por el resto de la región, si encuentran resultados favorables.
El ejecutivo dice que la plataforma es independiente al banco BBVA en Perú, pero que pertenece al grupo. El primer crédito desembolsado fue en abril de 2023 y que hasta septiembre de 2024 tuvieron un arranque duro porque los comercios creían que eran un adquirente más.
“Este es un producto que está muy orientado a capitalizar la venta incremental, o sea, los leads que hoy día no podemos cerrar de la forma tradicional. […] le estoy dando al comercio un producto más agresivo, más conveniente frente a algunas de las tarjetas de crédito del mercado”, complementa el directivo.
Actualmente, la empresa tiene más de 200 tiendas afiliadas y ha desembolsado miles de créditos, aunque el CEO no revela el volumen total. Liquida a los comercios las ventas a la semana siguiente, cobrando una comisión a las tiendas e intereses a los compradores finales.
“Estoy intermediando financieramente en una compraventa bajo un proceso 100% delegado en el comercio. Nosotros vemos la utilidad de la transacción a los 6 o12 meses”, cuenta Villena.
¿Por qué iniciar desde Perú?
El BNPL tiene jugadores en bancos y fintechs. El modelo global es Klarna, junto a regionales como Kueski o Aplazo, por el lado de las tecnológicas. Como iniciativas de banco, en Perú, la cada vez más súperapp de Credicorp, Yape, está en pruebas piloto de compre ahora, pague después. Bancolombia también tiene su plataforma.
El producto ganó popularidad al dirigirse a quienes no tienen acceso a tarjetas de crédito, aunque esto aumenta el riesgo de impagos o exposición al sobreendeudamiento. Desde Powerpay, destacan que su próximo objetivo es atender a quienes no poseen estos plásticos en Perú.
“Es un mercado de tarjetas de crédito que tiene un espacio para competencia, y un mercado de peruanos sin tarjeta de crédito muy grande”, valora Villena.
El país Inca tiene una población en edad de trabajar de 26 millones y poco más de 6 millones de tarjetas de crédito colocadas, con cifras al 2024.
Powerpay se apoya en un proveedor de Software as a Service (SaaS) para llevar su solución a los comercios, mientras que la evaluación de riesgo la hacen con sistemas tradicionales complementados con información propia. Villena no precisa cuándo darán el salto hacia los que no tienen tarjeta, pues aún hay desafíos con el desarrollo de tecnología.
“Los bancos innovan, pero no se mueven tan rápido y nosotros necesitamos justamente velocidad: de decisión, ejecución. Por esa razón se crea una compañía independiente y además con una tecnología de un tercero que es un especialista en la gestión de créditos digitales”, explica el CEO.