En un claro ejemplo del vuelco en el negocio de las telecomunicaciones, las empresas de telefonía Bitel y Claro han puesto a andar sus soluciones fintech por la región, como una estrategia para ampliar su oferta, mientras reformulan sus modelos de negocio en búsqueda de mayores ingresos.
Aunque la incursión de las telco en finanzas no es nueva, se trata de una segunda ola. Ahora, las empresas buscan apalancar sus capacidades operativas y financieras para ampliar su rentabilidad, en un contexto donde los datos han sustituido las llamadas y facturar por estas resulta insuficiente ante los nuevos hábitos de los consumidores, que prefieren Whatsapp.
No obstante, las empresas de telefonía tienen en sus espaldas décadas liderando la penetración urbana y rural: una fortaleza que quieren capitalizar para el desarrollo de su modelo fintech. En esta expansión, reconocen, la regulación establecerá los límites y las oportunidades.
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