Modernizar la infraestructura de pagos es una cuestión de supervivencia
28 octubre, 2020
Fabiola Seminario
A medida que el mercado de pagos evoluciona a través de las innovaciones que introducen las empresas, los nuevos modelos de negocio se adaptan a los requerimientos del consumidor.
En un contexto mundial de crecimiento acelerado de la economía, la adopción de tecnologías capaces de modernizar y simplificar la dinámica de las transacciones de valores de las organizaciones, emerge cada vez más como factor diferenciador competitivo del que dependen estas empresas para destacarse del resto.
Según un estudio realizado por Oxford Economics, desde 2017 la economía digital ha crecido 2.7 veces más que la tradicional. El Foro Económico Mundial estima que esta modalidad crece más de un 10% anual y que pronto podría representar el 25% del mundial.
La pandemia del Covid-19 debería provocar que las inversiones mundiales en infraestructura digital se aceleren y tomen la delantera. Una encuesta realizada por las consultoras europeas IJGlobal y M&E Global a 242 altos directivos de importantes bancos y otras instituciones financieras, desarrolladores y empresas de ingeniería, reveló que el 63% cree que la pandemia dará un impulso significativo a la infraestructura digital a medida que las personas se vuelven cada vez más dependientes de la conectividad.
La cuarentena impuesta por el nuevo coronavirus ha obligado a muchas empresas a buscar nuevos canales digitales para mantener activas sus operaciones y esto ha dado lugar a un gran incremento en el uso de los métodos de pago en línea.
Para tener una idea del volumen que esto implica, el comercio electrónico facturó entre marzo y junio 77,000 millones de dólares más de lo previsto por los investigadores del Índice de Economía Digital (DEI), un análisis en tiempo real del poder de compra digital de los consumidores realizado por Adobe.
El pago instantáneo ya es una realidad
América Latina siempre ha estado un paso atrás en cuanto al número de compras realizadas por internet, ya sea por las limitaciones de invertir más rápido en las plataformas en línea o por el bajo nivel de digitalización de la población que, aunque ya conectada, aún goza de poco acceso a los servicios de banca digital.
No obstante, la pandemia puede ser el impulso que faltaba para compensar esta diferencia y podría llegar a hacer para la región lo que el SARS-CoV hizo para el comercio electrónico chino a principios del 2000.
Está claro que el aumento en la cantidad de nuevos proveedores en la industria de pagos instantáneos obligará al establecimiento de reglas y normas que protejan al consumidor y a la libre competencia en el mercado. Con el crecimiento del ecosistema de pagos y el advenimiento del Pago en Tiempo Real (RTP), los medios de pago están experimentando una transformación sin precedentes.
Los nuevos imperativos en las transacciones bancarias son la practicidad, la conveniencia y la rapidez, que propician nuevas oportunidades de negocio mediante la oferta de servicios diferenciados, la posibilidad de alianzas estratégicas y ventajas que antes eran poco factibles para los usuarios y las empresas.
La innovación constante: el alma de los negocios
En el pasado, para que una empresa innovara con aplicaciones propietarias, dependía de los proveedores en todas las etapas, hoy en día el código abierto permite una innovación mucho más rápida. A través de actualizaciones más veloces, el código abierto responde a los cambios en los requisitos normativos y así logra acelerar el tiempo de salida al mercado. Además de contar con la libertad de mejorar las soluciones a su propio ritmo, el código abierto permite a las empresas brindar mejores servicios a sus clientes.
Ante las nuevas tendencias de adopción de interfaces de programación de aplicaciones (API) abiertas, el crecimiento de los pagos digitales y las nuevas opciones de pago internacionales, las empresas se enfrentan cada vez más al desafío de presentar servicios innovadores de manera ágil para poder superar a la competencia.
Los nuevos riesgos de seguridad requieren una protección avanzada
La llegada de las nuevas tecnologías también plantea nuevos riesgos en el mercado, especialmente en el segmento financiero donde el delito cibernético es cada vez más complejo y difícil de prevenir. Y el avance de este problema es brutal: en mayo, el FBI registró más casos de fraude en línea que durante todo el 2019.
La comprobación eficaz de la validez de la información que se transmite por internet nunca tuvo tanta importancia para reducir el riesgo y garantizar la confianza de los proveedores.
Con la inclusión de los datos biométricos y el avance que supone el machine learning, debe replantearse la estrategia de seguridad de los medios de pago y considerarse una aplicación más sistemática de las normas establecidas por el Estándar de Seguridad de Datos de la Industria de las Tarjetas de Pago (PCI DSS).
Aquí es donde el código abierto vuelve a sobresalir dado que es la forma más recomendada de abordar este nuevo paradigma. La tecnología permite a las organizaciones desarrollar estructuras más simples, adaptables y con menos costos técnicos, lo cual propicia la innovación en nuevas plataformas de pago.
El open source como catalizador de las innovaciones tecnológicas
En tiempos de incertidumbre que exigen la rápida implementación de soluciones personalizadas a gran escala, no cabe duda de que el código abierto – una fuente que puede ser modificada y utilizada públicamente y de forma gratuita – es el camino del éxito para los sistemas de pago.
No es casual que los bancos nacidos en la nube logren destacarse de las empresas establecidas. Estas organizaciones invierten desde el principio en el open source y en la infraestructura de nube para poder ofrecer un servicio más ágil, escalable e innovador.
Esta estrategia ha ido preparando una hoja de prácticas recomendadas para el sector de medios de pago que está siendo adoptada no solo por las empresas más tradicionales, sino también por los gobiernos y los bancos centrales que tratan de asegurarse un lugar en la era digital. En esta nueva realidad del procesamiento de pagos por medio de distintos sistemas y entornos informáticos, la orquestación de contenedores y el ecosistema de Kubernetes – tecnología de open source – son fundamentales para poder escalar y gestionar los servicios sin renunciar a la calidad.
El software propietario funciona bien, pero ante la presente necesidad de actualización y hasta de personalización de las aplicaciones, no hay duda de que el open source abre un camino mucho más veloz y preciso para las innovaciones tecnológicas.
Jorge Cano es especialista en ventas de FSI en Red Hat México
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