El regulador mexicano advierte que el avance tecnológico beneficia tanto a quienes luchan contra el fraude como a quienes lo perpetran. Es decir, si bien la tecnología optimiza los procesos antifraude, también potencia la sofisticación de los ataques que acechan a la industria financiera.
Durante la apertura del FinSeg Day 2025, un evento organizado por iupana en Ciudad de México que reunió a bancos y fintechs de todo el país, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) subrayó este desafío.
Luis Lima, director general de Supervisión de Seguridad de la Información de la CNBV, alertó: “A mayor digitalización, mayor superficie de riesgo. Los avances tecnológicos siempre han tenido implicaciones tanto positivas como negativas”.
“No podemos detener la tecnología, incluyendo la inteligencia artificial (IA), sobre todo si beneficia al sistema financiero y modelos novedosos, pero el camino necesita una administración de riesgos”, complementó.
El regulador detalló cómo han mejorado los métodos de suplantación y fraude debido a la tecnología. No obstante, advirtió que la ingeniería social, los engaños tipo páginas falsas para que el usuario final entregue sus credenciales de acceso, siguen siendo el método de fraude más recurrente en el país.
“Contra el autogol, no hay defensa”: el ataque desde dentro
También se habló sobre los fraudes internos, aquellos donde están coludidos empleados de la misma empresa.
Es cierto que puede haber una coacción de por medio, pero también el regulador comentó que también hay malos trabajadores.
«Contra el autogol no hay defensa”, dijo Lima.
De hecho, especialistas de la industria coincidieron en que las historias de mayor impacto a la tesorería de las empresas son cuando empleados participan dentro de una red de fraude.
“Podemos ver cuáles son los modus operandi para tratar de alguna manera contenerlo. Podemos incluso utilizar la inteligencia artificial”, sentenció Lima.