Toda acción trae reacción, dice la conocida ley de la ciencia, y en la banca de América Latina, la regla no tiene excepción: el anuncio de la integración de las operaciones de Davivienda con las de Scotiabank en Colombia, Panamá y Costa Rica generará un nuevo súper conglomerado financiero que le hace frente a las opciones digitales que cobran espacio en la región.
El acuerdo, aún pendiente de autorización oficial, fortalecerá los activos del Grupo Bolívar en América Latina: en Colombia crecerán un 30%, en Costa Rica se duplicarán y en Panamá se triplicarán, alcanzando US$ 60.000 millones en activos, colocándose en el top 20 de los bancos más grandes de la región.
“Los efectos de una transacción como esta en el sector bancario es: cada vez menos opciones para el consumidor final y una industria más concentrada”, dice a iupana Daniel Mora, investigador asociado de valores para bancos andinos de Credicorp Capital.
De ser aprobada, la movida impulsará a Davivienda a convertirse en el segundo banco en Colombia, con un 19,6% de participación de mercado, detrás de Bancolombia, que posee 27,2%, según datos de Credicorp Capital. También, le permitirá alcanzar un 19% en cartera de consumo, acercándose a Bancolombia y se consolidaría como líder en el segmento hipotecario con una tajada de 36,1%.
Esta realidad, obligará a los principales bancos y fintechs a seguir innovando para mantenerse como una opción y ganar cuota de mercado, ante el fortalecimiento de competidores tradicionales, como Davivienda.
“[En Colombia] quedan las iniciativas digitales como Nubank, Rappi, Lulo, entre otros, que, con una estrategia de precios agresiva, especialmente en tasas de certificados de depósito a término, cuentas remuneradas y, principalmente, digital, han presionado a los jugadores tradicionales y le han dado algo de dinamismo al sector”, anota Mora.
Pero aún para el consumidor, las opciones disponibles son limitadas.
“Al sistema financiero se le viene un trabajo arduo para que el mercado no se vaya hacia una sola entidad. Bancolombia, Banco de Bogotá y otros tradicionales que tienen gran participación del mercado actual, deberán buscar la forma de atraer nuevos clientes y mantener sus clientes tradicionales”, agrega Jefferson Gómez, analista financiero en Colombia.
Visto desde una perspectiva general, el negocio del crédito sigue concentrado en más del 80% entre Bancolombia, Davivienda, Grupo Aval (con sus 4 bancos) y BBVA, un espacio donde alternativas digitales como Nu Colombia quiere filtrarse, mientras exigen el cambio de las condiciones en la tasa de usura.
El impacto en Panamá
La estrategia de Davivienda también impacta a Panamá, un país de 4.5 millones de personas, que cuenta con 40 bancos en operaciones. Con el acuerdo, Davivienda ascendería al top 10 en términos de activos y portafolio de préstamos en este país.
“Esta adquisición ejerce una presión adicional sobre las instituciones financieras ya operando en Panamá para competir por negocios y podría encender aún más el fenómeno de ‘pez grande/pez chico’”, comenta Amanda Constantinesco, gerente de finanzas corporativas en Banco Aliado.
La especialista anota que en el país centroamericano ha aumentado el número de fusiones en el sector financiero en los últimos años. Hace dos semanas, Inversiones Cuscatlán de El Salvador anunció la compra del 100% del banco La Hipotecaria del Grupo ASSA, lo que le permite ingresar al mercado panameño. Además, la fusión de Capital Bank con Mercantil se completó en 2023.
En opinión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la banca en Panamá ha operado con pocas restricciones legales y el uso del dólar estadounidense, la ausencia de barreras en los mercados de capital y la falta de una banca central han favorecido la apertura para la competencia entre bancos locales e internacionales.
El acuerdo no es una salida total del banco canadiense de estas geografías, pues con la operación se hacen de casi el 20% de las acciones de Davivienda y tendrán representación en la Junta Directiva.
Constantinesco señala que, el intercambio de acciones en lugar de efectivo refleja su interés a largo plazo en la economía panameña y su confianza en que el Grupo Bolívar podrá generar un valor significativo tras la adquisición.
“El reto para Davivienda, es dar un mejor servicio al que se prestaba en Scotiabank Colpatria para que efectivamente se consolide esa posición de mercado estimada y no sufra de una migración de clientes a otros bancos”, sentencia Mora de Credicorp Capital.
