A menudo las fintechs apalancan su originación de crédito con líneas de deuda otorgadas por instituciones financieras, en un proceso que evalúa y valora el potencial de sus carteras. Este eslabón del negocio es algo que la fintech mexicana CXC quiere digitalizar, tras recibir una inversión de US$ 32.6 millones.
Como reportamos en iupana, en 2024 el caño de las inversiones se ha abierto cada vez más a través de deuda para prestamistas digitales que son evaluados, calificados y certificados para medir la salud de su modelo de negocio. En el medio de los bancos, que hacen las colocaciones, y las fintechs, que originan para el público consumidor, se coloca la CXC.
La fintech levantó una ronda Serie A liderada por Kaszek, con la participación de Quona, Mercado Libre Fund y otros, con el objetivo de digitalizar la capitalización de las carteras de crédito de otras fintechs, algo que de forma análoga podría tomar hasta 30 días explican.
«La razón por la cual toma tanto tiempo es porque hay muchos saltos de digital a análogo. En México, por ejemplo, se realiza el expediente de crédito, se certifica, pero luego cuando se hace la cesión de derechos, esa transmisión se tiene que hacer en papel con un notario. Ese proceso es lento”, dice Marvin Palavicini, coCEO de CXC, que tiene oficinas en México y Colombia y prevé crecer sus operaciones en Chile, Perú, Panamá y el resto de Centroamérica.
“La idea de esta inversión es: cómo hacemos para integrarnos verticalmente y hacer todo esto de manera mucho más digitalizada, porque hoy en día somos un pedazo del proceso, pero no todo el proceso está digitalizado. La intención es desarrollar o digitalizar todo el proceso”, continúa.
La empresa atiende a tanto a bancos y firmas de inversión como Goldman Sachs, UBS, Citi y Victory Park Capital, como a aquellos que buscan líneas crediticias, incluyendo a Rappi, Mercado Libre, Konfío y Kavak.
Un negocio contracíclico
Las líneas de deuda son un instrumento de financiamiento con demanda en cualquier ciclo económico. Con eso en mente, la fintech prevé cerrar el 2024 con US$ 11,000 millones en activos bajo administración.
“Nuestro servicio es contracíclico: si las cosas van bien, nos necesitan para poder crecer, para poder entregar el dinero y estar tranquilos en el tiempo. Y si las cosas van mal, estamos con nuestro servicio de backup services, en donde entramos a estabilizar la operación”, anota María Teresa González, socia fundadora y country head de CXC en Colombia.
La empresa crea infraestructura tecnológica que habilita rieles para que el capital privado llegue a fintechs e instituciones no bancarias.
Para Eduardo Etchegaray, coCEO de CXC, los financiamientos vía deuda se comportaron más estables que las rondas de capital, aunque advierte de algunos desafíos.
“Estas operaciones de financiamiento estructurado o crédito privado que estamos administrando, la clave del éxito es que repaguen a sus inversionistas. En el momento que tengamos quiebras y los inversionistas no puedan recuperar su inversión, en ese momento se va a cerrar la llave a ese tipo de transacciones”, sentencia el ejecutivo.