Por Fabiola Seminario e Ivis Aguilera
Si bien la tecnología y los medios digitales se han vuelto mucho más generalizados para la población latinoamericana, el reto al que se enfrentan las instituciones financieras para alcanzar nuevos públicos no está necesariamente en la apertura de cuentas, sino en una profundización del uso de los productos y servicios como el crédito o la inversión.
El martes un nutrido grupo de líderes de banca, fintech y tecnología financiera se congregaron en el Disruptoras Day de iupana, realizado por primera vez en formato presencial en Bogotá. Allí ejecutivos de reconocidas entidades como Davivienda, Mercado Libre, Belvo, Nu y Bancamía de BBVA coincidieron en que el perfilamiento de la data transaccional y su uso para crear patrones de comportamiento y servir mejor crediticiamente a las poblaciones vulnerables son la próxima frontera de la inclusión financiera basada en innovación.
“La discusión que tenemos en este momento está muy marcada por el mundo de los pagos, pero todos también sabemos que la deuda está en crédito”, resumió Margarita Henao, CEO de la billetera Daviplata.
“Y eso hace pensar con innovación, ¿cómo vamos a llegar a resolver esos problemas con más y mejor tecnología? Debe haber procesos de ‘rebancarización’, y para eso hay que apostarle a tener cada vez herramientas que nos permitan medir comportamentalmente temas como el ahorro”, agregó.
Para ello, los bancos se convertirán en un insumo para lograr captar data y enriquecerla con la idea de que ofrezca insights sobre las necesidades crediticias de la población, así como para crear estrategias para manejar la mora, que según destacó Henao, está en alza.
Para Marcela Torres, gerente general de Nu Colombia, los pagos también se están convirtiendo en una materia prima para mejorar los servicios financieros y con ello, su masificación. No obstante, la ejecutiva de la fintech destacó que hay temas regulatorios que están pesando en el otorgamiento de préstamos: la concentración en el ecosistema de pagos, la demora en el desarrollo del marco de open data y la tasa de usura, que son los intereses controlados que pueden cobrar los prestamistas formales una vez que se vencen los plazos de pago.
“Desde Nu tenemos una base de costos muy chiquita y eficiente, pero de cada 100 personas que nos llegan podemos aprobar a 15 o 20, porque no tenemos datos y porque la tasa de usura nos pone un techo al nivel de riesgo que podemos asumir sin esa información y de rentabilidad”, agregó la directiva.
Según datos de la fintech, en el último año la tasa de usura ha caído 14 puntos porcentuales lo que se ha traducido en una contracción del stock de crédito de COP 20 billones (unos US$ 4.6 millones).
La data no tradicional puesta en contexto
Viviana Araque, presidenta ejecutiva de Bancamía del Grupo de la Fundación Microfinanzas BBVA, ofreció su perspectiva basada en la experiencia de los micropréstamos, un segmento que se basa en el contacto directo y en el mundo físico con los clientes, pero que se ha empezado digitalizar para mejorar la oferta y la experiencia de los usuarios.
“Las microfinanzas nacen justamente proponiendo un modelo de scoring distinto al tradicional”, señaló la directiva, agregando que tienen alianzas que ponen en práctica el open data, incluso previo a la regulación.
“Esto nos ha permitido tomar información no tradicional y comenzar a involucrarla en nuestras decisiones para también dar acceso a crédito. Los tenderos son unos de los segmentos que mayor data arrojan a través de proveedores y otras cadenas de valor de las que hacen parte”, ejemplificó.
Así, la institución está fortaleciendo su modelo híbrido que considera información recolectada en el mundo físico, pero enriquecida con motores tecnológicos.
Las mujeres en el foco de la inclusión
El Disruptoras Day es parte de una iniciativa de iupana para destacar los logros de las empresas financieras, proveedores tecnológicos y líderes de la industria para crear proyectos de masificación financiera, considerando que esto genera valor para la industria, pero también para las economías latinoamericanas.
Con esto en mente, muchos de los temas del día giraron en torno a los esfuerzos para crear servicios con un componente de género, rescatando que las mujeres siguen estando por detrás de la brecha de acceso y uso de productos bancarios.
En ese sentido, Catalina Guío, directora Legal de Innovación de Davivienda, expresó que “el gran reto es como se usan los datos para crear una oferta personalizada que llegue a las mujeres y realmente se adapte a ellas […] pero no es solo tener datos financieros, porque con eso realmente no hacemos nada, necesitamos muchísima más información de esas interacciones que tienen las personas y en particular las mujeres con su entorno”.
Así mismo, Lorena Moya, Chief Operating Officer del Banco Pichincha de Ecuador, destacó el poder de empoderar “con capacitación a las mujeres en emprendimiento y en educación financiera”, como un eje fundamental de la labor de las instituciones financieras, que también deben velar por la salvaguarda de los datos y los recursos de los clientes.
