El metro de Ciudad de México se unió al creciente grupo de sistemas de transporte público latinoamericanos que abre su circuito para aceptar pagos sin contacto con tarjetas emitidas por bancos y fintechs, en una tendencia de masificación de operaciones digitales que avanza en la región.
Hasta hace una semana, la única forma de pagar el metro de CDMX era con la tarjeta de movilidad integrada (MI), utilizada para las diversas alternativas de transporte de la capital como bicicletas y Metrobús. Desde el lunes se pueden usar tarjetas de débito o crédito por una coordinación entre Getnet de Santander, Visa, Mastercard, American Express y el gobierno de la CDMX.
Para Nicolas Costa, director de soluciones para el sector público de Mastercard para Latinoamérica y el Caribe, el pago en el transporte en la región se dirige cada vez más hacia los sistemas abiertos, que traen beneficios para los operadores, bancos, fintechs y usuarios finales, debido a que las redes cerradas son muy costosas.
“Cuando tienes una red cerrada […] la gente hace filas de media hora para poder recargar su tarjeta. ¿Por qué tienen ese problema? Porque poner más puntos de recarga de la tarjeta tiene costo”, explica Costa.
“El hecho de poner herramientas de recaudo electrónico con tarjetas abiertas hace que el costo operativo del medio de pago baje”, explica, mientras agrega que las fintechs podrían convertirse en medios de recarga. Por ejemplo, previo a la apertura de la red en México, las autoridades entregaron a Mercado Pago la exclusividad de recarga de la tarjeta MI hasta diciembre del 2024.
En Lima, la Autoridad del Transporte Urbano de Lima y Callao, que administra el Metropolitano, también está convocando a fintechs para hacer las recargas.
¿Acaso más adelante vendrá la apertura de la red? Costa señala que este camino también trae beneficios para los usuarios finales.
“Una persona que usa su tarjeta de débito, crédito o prepago en el transporte público, a la larga tiene un mayor consumo, y una mayor penetración de sus pagos se va a realizar de manera digital versus lo que hacía con el efectivo.”, concluye.