Bancolombia sorprendió al público (y al mercado) al introducir el cobro de transferencias y retiros, lo que llevó a los usuarios a quejarse en redes sociales y a sus competidores a lanzar campañas para tratar de captar a los descontentos. Pero más allá, la decisión abrió una discusión sobre si es sostenible una estrategia de prestación de servicios gratuitos en medio de la caída de la utilidad del sector financiero colombiano.
El banco inició la imposición de tarifas a usuarios nuevos para hacer transferencias hacia la plataforma del mismo grupo, Nequi, además de introducir suscripciones con planes, generando una respuesta inmediata por parte de los clientes. “Llevo con ustedes casi 20 años ¿de verdad me van a cobrar esto? ¿Ya es hora de cerrar mi cuenta y buscar otro banco?«, se preguntó un usuario en la cuenta oficial en X del banco.
Competidores como Ualá y Banco Caja Social no dieron espera para atraer la atención enfatizando la gratuidad de sus transferencias.
Pero a lo interno de las entidades, la movida destaca la caída sostenida de los ingresos del sector, tras un período de desaceleración económica, caída del ritmo de los créditos y de las tasas de interés, que impactan en los ingresos.
“Si los bancos no tienen utilidades, van a empezar a cobrar comisiones”, dijo a iupana una fuente del banco Davivienda, que pidió no ser identificada por no estar autorizada para hablar con la prensa. “Dado el panorama financiero actual, ellos y otras entidades buscarán financiamiento y dinero a través de estos cobros, marcando posiblemente una nueva tendencia en el sistema financiero”, agregó.
Davivienda no ha anunciado un cambio en su estrategia de cobro de comisiones, ni tampoco la persona dijo que ese sería un escenario.
Por su parte, Nequi reafirmó a través un comunicado que mantiene servicios financieros gratuitos, incluyendo transferencias entre cuentas Nequi y hacia otros bancos, incluido Bancolombia, e invitó a los usuarios descontentos a unirse a su plataforma.
Conforme al informe de resultados financieros hasta agosto de 2023, los bancos experimentaron una caída del 50% en sus utilidades. Esta disminución también se tradujo en una reducción del 54,2% en las ganancias de los establecimientos de crédito.