La inversión de capital privado en fintechs de Latinoamérica finalmente parece haberse estabilizado, tras sufrir varios trimestres encadenados de caídas. Así, se prevé que en 2024 los inversores aumenten su apetito por las startups financieras de la región, aunque se mantendrá comedido en un entorno económico incierto y en busca de modelos de negocio con retornos –casi– asegurados.
En contexto, el valor de los acuerdos aumentó por primera vez en dos años durante el tercer trimestre de 2023, cuando la región reportó una inyección de unos US$ 1.000 millones, de acuerdo con la Asociación de Inversión de Capital Privado en Latinoamérica (Lavca, por sus siglas en inglés). El gremio resaltó que el impulso se debió a una reactivación de la inversión en las últimas etapas, aunque en general, el número de negociaciones se ha desacelerado.
A continuación, compartimos algunas claves para entender mejor el panorama de inversiones en fintech del próximo año, para fundadores (actuales o futuros) y tomadores de decisiones.
Los fondos fintech ya no tienen FOMO…
Definitivamente, la era del hipercrecimiento y los soonicorns no volverá en lo inmediato, con el grueso de las negociaciones moviéndose hacia la deuda y a etapas semilla con tickets cercanos a US$ 500.000, en un entorno en el que los inversores se fijan más en las bases de las propuestas y el mediano plazo.
Los fundamentales, el modelo de negocio y la experiencia de los fundadores está en escrutinio.
“En este punto de la historia somos menos susceptibles al FOMO (fear of missing out) y estamos más dados a entender modelos de monetización, de negocio, si una compañía tiene los fundamentals claros: viene con pies y cabezas”, resume Damaris Mendoza, partner en 500 Global una firma de inversión basada en Silicon Valley con un portafolio multinacional de unos US$ 2.400 millones en activos, en conversación con iupana.
Para la socia basada en México, se trata de una “evolución natural”, tras más de una década de desarrollo del ecosistema regional. Por ejemplo, dice que en sus comparativas entre fondos desplegados (desde 2011 han colocado tres): “el ratio de compañías que se escriben a cero va disminuyendo, dramáticamente”. Esto quiere decir que tienen menos pérdidas y han incrementado sus eventos de salida certeras, a través de ventas.
Mendoza explica que en el futuro inmediato espera ver mayores concentraciones, es decir, soluciones integrales que ataquen un problema desde principio a fin, como fintechs que sirvan desde pagos a procesos de ventas, contabilidad y administración del negocio de sus clientes. En relación, también espera que se produzcan mayores adquisiciones, asociaciones y fusiones con los champions del mercado llevando la batuta de los movimientos.
“Nos hemos vuelto más sofisticados y hay mucho más apetito por los activos. En 2021 y 2022, todo este excedente de capital que había, lo bueno que hizo fue poner en el mainstream el concepto de emprender y de capital de riesgo. Ahora, que la gente se esté dando cuenta que no es tan fácil ni tan sexy como parecía, eso es otra cosa”, zanjó.
….bueno, tal vez un poco de FOMO por la inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) es la tecnología que está acaparando la atención de los fondos, así como de bancos, fintechs y proveedores de arquitectura. Su aplicación en una plétora de herramientas antifraude, de perfilamiento del cliente y para mejorar procesos, la convierte en una tecnología codiciada.
Así, el interés rampante exhibido por otras soluciones disruptivas (como cripto) ha sido sustituido por las aplicaciones de IA predictiva y generativa para crear modelos de producto y servicios adaptativos a las necesidades de los usuarios. Aunque los inversores advierten que están buscando casos de uso reales y tratando de alejarse de los meros buzzwords.
“Seguimos el espacio de inteligencia artificial muy de cerca”, comentó a iupana Alexander Busse, managing partner de NXTP, una empresa de capital semilla enfocado en modelos B2B que recientemente inauguró su Fondo III por US$ 98 millones. “La IA ya es, y va a ser cada vez más, una parte integral de todas las empresas tecnológicas”. Explicó que, particularmente en fintech, están buscando soluciones que permitan a los equipos de finanzas de las empresas utilizar datos para tomar decisiones de negocios, fijar precios y crear estrategias.
En contraposición, el ritmo de inversión en cripto se ralentiza, aunque no ha desaparecido, tras una serie de escándalos que han puesto a los exchanges más grande del mundo en las páginas de sucesos. Sin embargo, blockchain como una tecnología para hacer seguimiento y contabilizar cadenas productivas en distintas áreas, mantiene el interés.
“Cripto y la blockchain logran resolver muchos problemas que vemos en finanzas tradicionales, pero todavía es una tecnología joven y creo que estamos en la fase de construir una infraestructura importante para que las aplicaciones tengan mayor usabilidad y seguridad”, agregó Busse. “Cada día vamos a ver más aplicaciones usando la tecnología de blockchain y cripto, y pronto ni nos vamos a dar cuenta que las estamos usando”, auguró el socio de la firma que tiene en el portafolio a Nuvemshop y Betterfly.
B2B con fintech en el centro
El foco del capital seguirá moviéndose desde las soluciones destinadas a bancarizar a los millones de latinoamericanos fuera del sistema hacia herramientas que permitan que empresas de diferentes tamaños puedan lidiar con el día a día de sus finanzas.
“Nos estamos encontrando muy buenas ideas, con más startups que se están enfocando en resolver problemas de empresas más que de personas: mucho de SaaS (Software as a Service) y sistemas que se pueden pagar con modelos de suscripción”, adelanta Adrián Fernández de Mendoza, invesor de la firma mexicana 0bs que maneja un fondo de hasta US$ 5 millones para pre-seed y seed, y que ha colocado capital en fintechs como Finerio y FairPlay.
Fernández dice que adicionalmente observa un resurgimiento de proptech para renta y venta de propiedades en plataforma digitales. También un auge de soluciones de transporte de última milla y de propuestas de medicina y salud mental remota, a raíz del aumento del teletrabajo. Por ejemplo, 500 Global tiene en su portafolio a Yana (un acrónimo para You are not alone), una app que brinda acompañamiento emocional enriquecida con IA.
Y en el centro de todo, ganan tracción las finanzas.
“Fintech sigue siendo una de las cosas más relevantes y más primordiales, porque todo arranca desde el control de tu cartera”, dice hablando de la experiencia de compra que ofrecen empresas como Amazon o Uber, que, tras una afiliación única, generan compras fáciles y repetidas con un clic.
“La consecuencia del uso de la tarjeta es transporte, la entrega de comida o la compra de un producto. Pero todo arranca con fintech […]. La relación más íntima que hay entre estas soluciones y el usuario es a través del medio de pago”, añade el también cofundador de una startup de servicios digitales para vendedores en línea.
IPOs sí, pero luego
Los debuts en los mercados, a través de ventas iniciales de acciones, aparecen tímidamente en el horizonte de 2024, aunque no se espera que sean inmediatas, en línea con la nueva visión general de los inversores de esperar para lograr resultados más a largo plazo.
Tras los milestones logrados por Nubank o Banco Inter, la industria no ha visto nuevas IPO (por sus siglas en inglés), a pesar de que fintechs como Clara y Covalto anunciaron que este año tantearían las plazas.
En el trasfondo, está el contexto global de los mercados, con tasas de interés al alza que encarecen los costos de financiamiento y golpean la valuación de las empresas. En este entorno de la economía, las pocas empresas que se han animado a probar suerte en las bolsas de Estados Unidos o Europa han visto el precio de sus acciones retroceder.
“Hay una docena de empresas latinoamericanas que, en teoría, tendrían el potencial de salir a la bolsa. Muchas de ellas en este momento se están preparando, mejorando sus perfiles financieros: bajando costos, buscando ser más eficientes y rentables y tratando de mostrar crecimiento sostenible”, agregó Busse de NXTP.
“Es un cambio de estrategia importante comparado con lo que el mercado pedía unos años atrás donde el crecimiento era lo más importante. Ese cambio de estrategia va a tardar en materializarse y creo que la salida a la bolsa va a tardar un poco más de lo esperado”, agregó.
Sustentabilidad como requisito
En conclusión, tendrán mayor probabilidad de éxito –por sobre las buenas ideas– los emprendimientos que logren monetización desde etapas tempranas, especializadas en nichos y que se inserten en cadenas de producción ya existentes.
En este sentido, Kamay Ventures, el fondo de capital de riesgo de Coca-Cola, Arcor y, más recientemente, Bimbo, está especializado en invertir en emprendimientos que puedan adherirse y simplificar a los procesos de sus socios corporativos, a través de aplicaciones que reduzcan sus costos operativos, productivos y de distribución y digitalicen el entorno en el que se mueven: el comercio masivo, minorista y propenso al uso de efectivo.
Por ejemplo, recientemente colocaron una inversión en la argentina Ini Pay, que ofrece un punto de venta móvil con una tecnología de radio frecuencia que permite generar pagos sin conexión, y con los que están agregando soluciones en Andina, una de las embotelladoras de Coca-Cola en Chile y Argentina, para hacer cobros en zonas remotas. Lo mismo con Altscore, una fintech ecuatoriana que genera historiales crediticios alternativos.
“El gran problema de Latinoamérica con los pagos no bancarizados no es solo que no puedan pagar digitalmente, sino que no generan acceso a créditos”, resalta Antonio Peña, managing partner del fondo desde Argentina. “Ese es uno de los grandes movilizadores que tenemos. Hoy con Altscore estamos ya desarrollando soluciones de préstamos y créditos en México, luego en Argentina. Y la idea es expandirlo por la red”, agrega.
Para Peña, otro requisito que ocupará cada vez más peso a la hora de evaluar los emprendimientos en los que colocan recursos, es la sustentabilidad, es decir, su impacto ambiental y social. Para el inversor esto no es una decisión aislada de Kamay, sino que se generaliza en la industria.
“Más allá de lo que vemos en los números, a veces se pasa por modas. Tuvimos la moda del hypergrowth, que ha mostrado que no funcionó en la región como debería haber funcionado. Funcionó para algunos productos”, dice. Sin embargo, destaca que el ecosistema sigue evolucionando con presencia de unicornios en varios países, que atraen a fondos globales y estimulan la creación de firmas locales.
“Para nosotros sustentabilidad, no es solo climatech. También medimos el impacto real de llevar servicios financieros formales, de poder permitir que las economías familiares crezcan a través de mejores créditos a una tasa más baja”, concluyó.