Las billeteras digitales tienen la capacidad de mejorar el ecosistema de finanzas digitales al permitir contextualizar los pagos. Y, al comprender las actividades, historial de gastos y el comportamiento de los usuarios, las wallets comienzan a hacer predicciones. En la base de todo está la inteligencia artificial (IA), según Brett King, autor de best-sellers y experto de nuevas tendencias bancarias.
Al intervenir en el Foro de Innovación Mastercard LAC, que se desarrolla esta semana en Miami, King recordó que el uso de cajeros automáticos y efectivo está disminuyendo en todo el mundo. “El comportamiento de pago normalmente tarda mucho tiempo en cambiar. Pero con la llegada de la IA a los pagos y la infraestructura, las cosas van a cambiar muy rápidamente. Ya estamos empezando a ver el comienzo de estos cambios y están cambiando el juego”, dijo, proyectando que al menos un el 60% de los consumidores utilizará billeteras como su principal vehículo de pago en los próximos años.
Unido a la penetración, la razón fundamental por la que las billeteras tienen el potencial de mejorar la accesibilidad a los servicios financieros es su capacidad de ofrecer información, algo de lo que carecían las tecnologías anteriores. Proporcionar análisis sobre el comportamiento financiero ayuda al usuario a tomar decisiones, ya que tiene una idea más clara de cómo un pago en particular afecta su equilibrio financiero o tiene una visión más clara de cuánto está gastando en café, transporte o supermercados. “La conciencia de cómo se gasta el dinero es un elemento crítico para que las personas se administren”, destacó el experto.
“Así que imagina que tu billetera te dice: ‘Oye, tienes un pago de seguro de automóvil que vence el 1 de enero, pero según tu flujo de efectivo actual, no podrás pagarlo ¿Cuáles son las estrategias?’”, explicó King.
Así, perfiló que las billeteras digitales inteligentes funcionarán como asistentes personales. “Y a medida que tengamos más confianza en el uso de la inteligencia artificial como nuestra IA personal, les pediremos que realicen tareas cada vez más grandes. Le pediremos que administre las finanzas de nuestro hogar, nos aseguraremos de que todas nuestras facturas estén pagadas y solo nos avisará cuando haya un problema”, predice.
El reto de implementación para bancos y fintechs
Tecnológicamente hablando, las cuentas inteligentes de fintechs y bancos deberían ser nativas de la nube, recomendó el conferencista. Este entorno ofrece un aprendizaje que proviene del mercado de las criptomonedas, que es la capacidad de revertir operaciones (no se trata de contracargos, sino, como dijo King, de “retrocesos y reversiones”). En otras palabras, poder revertir una transacción será muy importante.
“Por eso se necesita dinero digital. La moneda fiduciaria no tiene esta capacidad. Necesitamos dinero digital programable para realizar transacciones a un ritmo rápido en el mundo inteligente”, apuntó, señalando que, a medida que avanza la tecnología, la economía inteligente adopta nuevas formas.
Por ejemplo, citó el ejemplo de China, un país que ha sido un impulsor importante de este crecimiento, habiendo cambiado por completo sus métodos de pago en poco más de una década. “Si hubiéramos visitado China en 2010, habrías descubierto que, en términos de pagos minoristas, alrededor del 98% de todo el comercio se hacía en efectivo. Hoy en día, el 92% de todo el comercio se realiza en billeteras móviles. Y esto obviamente cambió dramáticamente la composición de los diferentes actores del sistema”, afirmó.
En cuanto al blockchain y otras tecnologías de contabilidad distribuida, los contratos inteligentes se utilizarán en las empresas y en la vida cotidiana, vaticinó el especialista, aunque los bancos y las redes de pago, como Mastercard, desempeñarán un papel fundamental como eslabones de confianza. King señaló que hoy en día se están desarrollando contratos inteligentes, pero el mayor cambio se producirá en el ámbito del comercio transfronterizo, apoyado en el desarrollo de las monedas digitales de banco centrales (CDBC). En la región, Brasil es el país que mayor avance lleva en este apartado.
Para King, todo este nuevo panorama debe ocurrir hasta 2050, cuando las mayores economías del mundo estarán altamente automatizadas y, según él, quizás hasta el 50% de las finanzas serán gestionadas por inteligencia artificial. Así, pintó un escenario basado en máquinas que ejecutan contratos inteligentes y navegan por pagos inteligentes. “No se puede negar que este es el viaje. El capitalismo tiene que afrontar esto, porque creará una riqueza increíble para los mercados y las corporaciones, lo que significa que muchas de las redes de pagos y demás que hemos utilizado en el pasado tendrán que evolucionar muy rápidamente”, enfatizó.