El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) dijo que prepara regulación para la figura de los iniciadores de pago, ello sin desestimar la complejidad de abordar normativamente este modelo, pero sin hablar directamente sobre el open finance o su reglamento.
Eduardo Torres Llosa, gerente general del banco central ofreció la información durante el Lima Fintech Forum, organizado por la Universidad del Pacífico, en un evento que dio encuentro al mercado fintech local y regional.
“Al igual que otros bancos centrales, estamos trabajando en la iniciación de pagos para que la información de los clientes, previa aprobación, esté disponible para más participantes del sistema”, afirmó el funcionario.
“Es un tema muy complejo de hacer porque implica regulación de API”, agregó.
Los iniciadores de pago no son una figura regulada en el país. Este modelo de negocio se caracteriza por permitir a un cliente o usuario ‘iniciar’ un pago dentro de cualquier plataforma de comercio electrónico o comercial y permitir conectar con el banco o billetera donde tiene su dinero.
Detrás de este sistema, el iniciador de pago lo que hace es conectarse a través de API (aquí entraría la regulación que menciona el BCRP) con el sistema bancario y el comercio para llevar a cabo el pago o transacción.
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En la mayoría de los casos, el iniciador no solicita al usuario la digitación del número de su tarjeta de débito/crédito, sino que se conecta directamente con la institución financiera sin necesidad de migrar de una aplicación a otra, ofreciendo así un pago más rápido y fluido.
Este modelo de negocio ha tenido un generoso crecimiento en otros países de Latinoamérica, como Brasil, luego de que el Banco Central de Brasil (BCB) diera luz verde a la fase 3 del open finance. Aquí, los comercios y las billeteras digitales fueron habilitados (previa inscripción ante el BCB) para ejecutar transacciones Pix sin la necesidad de migrar al usuario a su banca móvil para que la autorice.
Pero en el caso de Perú, al no contar todavía con una plataforma de pagos al estilo Pix –aunque el tema ha sido elevado por las autoridades–, sería necesario una regulación para el acceso a esta a información financiera. Además, cabe resaltar que la definición de iniciador de pago puede variar dependiendo de la jurisdicción donde se aplique.
Llosa no profundizó mucho más en este proyecto que el BCRP estaría abordando, pero sí mencionó la importancia de que el país tenga un sistema de pagos más eficiente que sea la puerta para el desarrollo de servicios innovadores y un mercado mucho más competitivo.
“Somos conscientes que en el corto plazo lo que tenemos que hacer es fomentar la adopción digital y la adopción masiva de los pagos digitales. Para ello, tiene que haber una gran cantidad de entidades participantes. [También] para generar este esfuerzo muy grande de inclusión financiera, tiene que haber el desarrollo de más funcionalidades porque eso incentiva a las personas y negocios a que quieran usar más veces su aplicación”.
Ley de UX
Adicional a ello, el gerente general mencionó que también estarán trabajando en una regulación referente a la experiencia de usuario, que hace sentido en un contexto de adopción masiva de pagos digitales.
Retomando el ejemplo de Pix en Brasil, el sistema de pago ya ha sido usada por más de 140 millones de brasileños por su facilidad de uso, aunque también por hacer de la solución una función obligatoria entre los participantes del ecosistema de pago.
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Ciertamente, esta obligatoriedad también contempló los márgenes en la adopción técnica de la plataforma. Es decir, cada institución que sumó el Pix como funcionalidad de pago tuvo que seguir una infraestructura y experiencia de usuario ya instaurada por el BCB, a fin estandarizar su uso. Y Perú podría seguir el mismo camino regulatorio.
También, la autoridad de pagos peruana dijo que abordará normativas de ciberseguridad, calidad de servicio, entre otros.
“Si somos demasiado proactivos en la regulación, podemos ahogar la innovación, y ese sería un error enorme. Sin embargo, también sabemos que tenemos que regular porque el mundo de los pagos trabaja con dinero del público. Y, además, porque los reguladores podemos nivelar la cancha para que las condiciones de competencia sean más parejas”, opinó.
