Ciertamente, las varias crisis sufridas por las criptomonedas este año han golpeado su reputación. Sin embargo, Brasil -probablemente el mayor laboratorio cripto de la región- no está listo para abandonar a los activos virtuales: diversas compañías están apostando por utilizar monedas digitales y blockchain en nuevos modelos de negocios. Y ya están logrando resultados.
Con una combinación de servicios que va desde el cashback y Crypto as a Service, a la web3 y los utility tokens, las startups están buscando maneras de contrarrestar los efectos adversos de los inviernos cripto.
Es el ejemplo de Wiboo, una empresa brasileña de tecnología, creadora de la moneda digital Wibx (WBX), que también ofrece una plataforma de soluciones con base en blockchain, web3, metaverso y otras tecnologías.
Cuando Wiboo fue creada, la idea era ofrecer un programa de marketing digital con recompensas, pero no por la cantidad consumida de un producto, sino por la fidelidad que muestra un usuario por una marca y cómo influencia a otros a envolverse con ella. En principio, la recompensa para los usuarios eran puntos que no tenían un valor monetario, lo que cambió tras la creación de Wibx.
“Desde 2015 estudiamos la tecnología blockchain y, cuando empezamos, no había muchos casos en estudio de aplicaciones reales. Eran 2 mil, 3 mil monedas digitales; hoy, hay 20 mil. Así que entre 2017 y 2018, comenzamos a cambiar nuestro sistema, manteniendo el concepto, pero insertándole al blockchain”, relata a iupana Vagner Sobrinho, vicepresidente y fundador de Wiboo.
La cadena de bloques permitió a la startup crear un proceso de validación, con medios auditables y que resultasen más transparente. En 2019, Wiboo creó su utility token y pasó a usarlo como premio a los usuarios de la plataforma.
El modelo de negocio se basa en un aplicativo que conecta marcas con personas que se convierten en “nanoinfluencers”. Los usuarios descargan el aplicativo, crean una cuenta que ya tiene función de wallet y allí encuentran una lista de las marcas para interactuar. El reto es divulgar estas marcas en sus redes sociales y cada like o share se transforma en Wibx en la cuenta.
Las marcas, por su parte, registran una campaña en la plataforma y ganan visibilidad y más consumidores con la difusión hecha por los usuarios en sus redes sociales.
Wibx es una criptomoneda ofrecida en algunas exchanges, entre ellas Mercado Bitcoin, que también contó a iupana que ve oportunidades en la criptoeconomía, a pesar de sus vaivenes.
“Es una recompensa más atractiva, líquida, intercambiable. El usuario la tiene como un bien que puede conservar o utilizar e incluso como garantía de crédito”, dice Sobrinho. Según el directivo, actualmente hay 700 mil personas usando la solución de recompensas.
Sobrinho añade que cree que las aplicaciones en blockchain aún están empezando. “Es como el inicio de Internet. Solo rascamos la superficie. Lo que estamos haciendo es promover el uso de la cripto, lo que lleva a una curva de adopción más rápida y al entendimiento de las personas acerca de las criptos”, explica.
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Cashback en bitcoins
Otro caso es el de Zro Bank, banca digital brasileña, parte del Grupo B&T, que ofrece cashback con bitcoins. De acuerdo con la coordinadora de marketing, Marcela Maranhão, tras el lanzamiento de la promoción, el interés por utilizar la cuenta y tarjeta digital de Zro Bank a diario ha aumentado considerablemente.
El programa de cashback en bitcoin fue lanzado en diciembre de 2020, cuando Zro Bank celebró tres meses del lanzamiento oficial de la aplicación. “Aproximadamente un mes después del inicio de la campaña de reembolsos con bitcoin, el número saltó de 30 mil a 100 mil descargas, lo que reforzó el creciente interés de las personas por embarcarse en el criptomercado”, dice la ejecutiva.
Maranhão esclarece que Zro Bank es una IP (institución de pago) que tiene por detrás al Banco Topázio, que funciona como Banking as a Service (BaaS). El cashback de 0,5% del gasto vale para compras con la tarjeta en valores por encima de R$ 10.
“Creo que tendremos más establecimientos aceptando pagos en cripto y también más facilitadores como el nuestro haciendo la conversión para pagar usando saldo en bitcoin, pero en moneda local”, dice. Maranhão añade que programas así contribuyen a educar a la gente acerca de las criptos.
“El reto era brindar una especie de ‘degustación’ para que las personas ingresen al criptomercado, sin tener que destinar parte de sus recursos. La gente bromea diciendo que usando la tarjeta se invierte sin invertir”, explica.
Hoy, Zro Bank busca alcanzar la marca de 1 millón de descargas. En su primer año de funcionamiento, Zro Bank acumuló R$ 3.000 millones (unos US$ 560 millones) en conversiones entre reales y bitcoins, además de superar los R$ 13 millones en ingresos, según Marcela Maranhão.
Para enfrentar el invierno cripto que golpea a la industria, Zro Bank está buscando aumentar sus ingresos. Para ello, tienen planes de lanzar «Zro For Business», centrándose en un modelo B2B2C. En este nuevo esquema, que va de la mano con el proyecto del banco digital, Zro ofrece infraestructura de intercambio de criptomonedas y Pix para otras empresas, como fintechs, corretajes y comercios electrónicos, a través de ofertas Crypto as a Service y Pix como servicio, utilizando API.
Un ecosistema para blockchain
El reto de 2nd Market es cambiar la manera como las personas interactúan con criptomonedas y blockchain en la vida cotidiana, según explica su CEO y CTO Caio Antonio. Junto a sus ahora socios, Antonio trabajaba en el mercado financiero y no quería crear otra exchange más.
Así, pensaron en un ecosistema con productos basados en blockchain. De esa idea nace 2nd Market, que funciona como un holding con cuatro productos que interactúan entre sí, construidos sobre blockchain.
Bank.AI es un banco de criptomonedas que integra una cuenta bancaria, una billetera y también una tarjeta prepago. Bra.ex es una bolsa de intercambios de criptoactivos. Tokem.aim es una empresa de tecnología web3, que brinda servicios en el mundo de los activos tokenizados. Y Cust.on ofrece custodia de criptomonedas y busca servir a inversores institucionales.
“Identificamos que había en el mercado una brecha entre las personas que desarrollaban software, pero no entendían del mercado financiero, y viceversa”, explica Caio Antonio. Hoy en día, dice, las criptomonedas se consideran una clase de activos, pero su adopción se despliega a medida que los órganos reguladores aprueban reglamentos y permiten que se desarrolle la tecnología para transformar las criptomonedas en medios fiduciarios.
Brasil, por ejemplo, está en la espera de que su marco jurídico cripto se apruebe en breve.
“Cripto debe llegar a la economía real, de lo contrario, continuará como una clase de activo y en la especulación”, añade.
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