Hasta hace muy poco, una simple verificación biométrica de la identidad era suficiente para validar que un usuario al otro lado de la pantalla era efectivamente quien aseguraba ser. Hoy, en un contexto de nuevos esquemas de fraude y las regulaciones cada vez más estrictas, la autentificación requiere robustecerse a través de la combinación multifactorial de herramientas tecnológicas que abarcan desde selfies, hasta inteligencia artificial (IA).
Esta es la conclusión a la que llegan un grupo de expertos sondeados por iupana en el white paper “El futuro de la Identidad Digital. Biometría, ecosistemas e ID en el panorama digital pospandémico”, elaborado en cooperación con Jumio empresa de tecnología que ofrece múltiples comprobadores de identidad y servicios antilavado de dinero (Anti-Money Laundering o AML, en inglés) basados en IA, biometría, aprendizaje automatizado, detección de vida y automatización.
En ese camino, la recomendación a las entidades financieras latinoamericanas es optar por una combinación de tecnología que blinde las operaciones, sin que lastre la velocidad de las mismas, tomando en cuenta que la autenticación de la identidad digital es un tema importante para las empresas que se han convertido a canales digitales.
Cómo verificar la identidad digital
La mayoría de las organizaciones financieras opta por contratar a un tercer que coteje la identidad del cliente con los datos que posean entidades gubernamentales, asegurándose así que no se encuentre en listas de sanciones, además de confirmar que el documento de identidad presentado sea real. Aunque estas medidas son efectivas, aún no son suficientes.
“Tenemos muchas maneras de probar que la ID que se presenta no ha sido manipulada. Una de ellas es la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, que nos permiten asegurarnos de que todos los campos, como nombre, número de ID o edad, se hayan extraído correctamente y no haya una imagen superpuesta a la imagen de la ID. Pero eso no es suficiente”, menciona Samer Atassi, vicepresidente de Jumio para América Latina y el Caribe.
Por ende, las empresas están implementando controles adicionales para reducir las posibilidades de sufrir ataques cibernéticos y robo de datos, mientras crean proceso de onboarding más completos y seguros.
Una opción consiste en aplicar estrategias de verificación como las selfies de los usuarios sosteniendo su documento de identidad local o licencia de conducir, acompañada de biometría combinada (huellas digitales, reconocimiento de voz y rostro) y tokens. El análisis conductual también está ganando terreno, como examinar el patrón de un dispositivo móvil, un rasgo característico de cada individuo.
“La biometría sigue siendo la más utilizada y, entre los diferentes tipos de biometría, el más utilizado es el conductual”, afirma Patrick Aron Rinski, socio de la consultora McKinsey y experto en ciberseguridad y riesgos operativos.
Pero la prueba de detección de vida es quizás la mejor estrategia para evitar que una persona abra una cuenta bancaria con los documentos de otra. Con ella, se aplican acciones para probar que el usuario está vivo, previniendo el uso de marionetas, videos o fotos falsas.
Así mismo, se espera que el futuro toda esta tecnología se volcará en la creación de una identidad digital portátil, similar a un pasaporte aceptado por cualquier entidad financiera, sin la necesidad de realizar procesos de onboarding digital continuamente.
La importancia de la experiencia de usuario
Una buena experiencia de usuario (UX) es fundamental para evitar que este migre a la competencia, por lo que se debe asegurar una fácil navegación, unida a la protección y privacidad de sus datos.
La “detección pasiva de vida”, cobra relevancia para reducir la fricción en los procesos de abordaje digital de clientes, donde el usuario no debe hacer nada. Simplemente mira a la cámara, y se toma una decisión acerca de si se trata de una persona real o no, según afirma Akif Khan, analista de Gartner Research y especialista en fraude en transacciones de pago y verificación de identidad.
Por su parte Cristian Galan, cofundador de Cellbank, una empresa de tecnofinanzas que proporciona servicios B2B2C digitales, menciona que los clientes están particularmente preocupados por la facilidad de uso.
“La fricción cero no es algo que se queda en el PowerPoint, sino que tiene que ser una realidad en todas las soluciones”, afirma.
Si quieres conocer más del futuro de la identidad digital, descarga el White Paper de iupana, hecho con el apoyo de Jumio