El crédito hipotecario se perfila como la próxima frontera digital financiera, pero ¿es realista pensar en un futuro cercano donde los bancos entreguen préstamos de envergadura a través de apps y con plazos casi inmediatos? Algunos, como el peruano BCP, piensan que no es imposible.
Los bancos han acelerado sus esfuerzos de transformación en pagos y préstamos, pero las hipotecas se han quedado atrás porque comprometen al usuario y al banco por años y representan montos -y riesgos- significativos.
Sin embargo, las entidades han notado que los métodos tradicionales de aprobación les están quedando cortos para ampliar sus carteras, y que, para dinamizarlas, requerirán de finanzas abiertas, datos alternativos, automatización y socios estratégicos.
“Si todo lo que tenemos visionado funciona, uno podría abrir su aplicación y sacar su hipotecario en un día, como si fuera un crédito personal”, proyecta Eduardo Benavides, gerente del negocio hipotecario del BCP, el mayor banco de Perú.
Para consolidar su visión, el banco está buscando alianzas con empresas tecnológicas que puedan levantar, analizar y traducir nuevas fuentes de datos que les permitan construir perfiles crediticios de personas no bancarizadas o subbancarizadas. Es un tema de inclusión financiera, pero también de ampliar el mercado.
“La idea es que salga alguien que pueda darte mucha más información y permita aterrizar esta idea”, agrega el ejecutivo desde Lima.
El más reciente movimiento de la entidad ha sido recoger información a partir del pago de alquileres, una práctica que dista de la tradicional que, generalmente, se basa en líneas de crédito personales o historial transaccional.
Si un usuario ha pagado al día un arrendamiento por al menos un año, la institución puede ofrecerle un crédito hipotecario basado en esos datos, siempre y cuando el pago se haya hecho vía bancaria.
Este tipo de nueva data es particularmente importante en un contexto de limitada bancarización, como el de Latinoamérica, donde casi la mitad de la población no tiene acceso a productos financieros. En Perú, por ejemplo, solo 52% de los adultos está incluido en el sistema.
Esto, y la informalidad de la economía, previenen que una parte importante de la población en la región pueda generar un perfil transaccional, dificultando su acceso a la compra de hogar financiado.
Para enfrentar esta escena, el banco está empezando a habilitar APIs públicas en las que dispone de información para que terceros puedan usarla y sacar los datos que necesiten.
“Lo mismo debería pasar de cara a otras industrias. De alguna manera, los clientes tienen una huella transaccional -ya sea alquiler, agua, luz- pero hay que ver cómo llegar a eso, meterlo todo en la licuadora y prestar. Ahí está realmente el potencial”, sostiene Benavides.
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Retos de datos crediticios para las hipotecas
Si bien hay bancos que se definen como más tradicionales en sus criterios para la otorgación de créditos, la mayoría coincide en que la transformación de los préstamos hipotecarios es una necesidad para generar mayor inclusión financiera, además para ofrecerle al usuario una mejor experiencia y atención.
Para Ricardo García, director ejecutivo de crédito hipotecario de Citibanamex, para la otorgación de este producto las entidades deben recabar datos exhaustivos, al tratarse de contratos prestatarios de años y que pueden ocupar cerca del 35% de los ingresos de una persona.
El directivo refiere que hay otros mercados donde están empezando a emplear modelos predictivos para inferir los ingresos de un potencial deudor usando su actividad en Facebook, e incluso, asumiendo que una persona podría ser buen pagador, si tiene una red de amigos que son buenos pagadores.
“Eso nos suena bastante esotérico. Nosotros somos mucho más conservadores”, explica García desde Ciudad de México.
Sin embargo, el banco más grande de México está realizando una “inversión tecnológica muy importante” para modernizar su captación de prospectos, que los conduzca a diversificar sus fuentes de información, ampliar su base de clientes y aprobar financiamientos sin intermediarios, es decir sin pasar a los clientes por el filtro de los burós de crédito.
Su primera acción en este sentido fue cambiar su plataforma digital de originación, sobre la cual, ahora es más sencillo hacer una primera solicitud en línea.
«Mucho de los intentos que se han hecho han sido más de poner un front. Pero ese front, al final, no está todavía conectado con los sistemas core del banco”, dice.
Es decir, han digitalizado algunos procesos, pero eso no garantiza que las hipotecas sean más dinámicas, pues siguen basando la aprobación a una huella transaccional, muchas veces cimentada durante años.
“Nuestra apuesta es que el front y el core estén conectados para que, de verdad, se logre hacer el proceso lo más digital, automatizado y paperless posible”, siempre y cuando se cumpla con las regulaciones oficiales, concuerda el directivo.
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Créditos inmobiliarios: Competir más allá de la tasa de interés
El shock de la pandemia dejó una industria financiera mucho más acelerada en términos de adopción digital, pero también de competencia y expectativas del usuario, que quiere soluciones ágiles, fáciles de usar y, sobre todo, las quiere rápido.
“Si los bancos deciden tomar esto con demasiada calma, va a pasar lo que ya ha ocurrido en otras áreas: puede llegar a crecer un ecosistema paralelo a ellos”, sostiene Fernando Vázquez-Ortiz, director de desarrollo empresarial de Intelimétrica, una proptech mexicana de procesamiento de datos inmobiliarios.
Intelimétrica está trabajando con entidades como Banorte, HSBC y Santander en tareas de analítica avanzada: recaba información de los usuarios a partir de los datos internos del banco, pero también con información complementaria de bases de datos de terceros, burós de crédito, internet, entre otras fuentes.
También han logrado automatizar parte del proceso de documentación, disminuyendo los lapsos de atención en más de 20% con una herramienta de priorización de leads, es decir, de clientes potenciales. Este proceso suele tener una naturaleza manual, con asesores revisando uno a uno los expedientes de los solicitantes para determinar quién tiene un buen récord.
La empresa está procurando tecnificar estos desarrollos para reducir los tiempos y permitirles a los bancos competir en aspectos de atención al usuario, y no sólo a través de las tasas de interés atadas a los préstamos.
El avance de las hipotecas digitales en otros países como Estados Unidos o España, donde proptechs y bancos registran números al alza, dan cuenta del potencial de esta tendencia, si es abordada a tiempo y eficientemente.
“El reto en la parte hipotecaria es bajarle el tiempo al proceso, ahí se van a definir los ganadores”, concluye.
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Para LatAm, hipotecas híbridas
Pero a pesar de la rapidez, en América Latina el producto hipotecario probablemente se seguirá vendiendo a través de un formato híbrido, que sume procesos virtuales y asesores en sucursales.
“Es probable que en el futuro ya todo sea 100% digital, pero en Latinoamérica, en los próximos cinco años, creo que va a haber un modelo híbrido con un acompañamiento para hacer el trámite”, proyecta Vásquez-Ortiz.
Por ejemplo, el BCP sumó a sus procesos de interacción bots de digitación para la transcripción de información, así como firmas digitales y otras soluciones para el sello del contrato notarial.
De esta forma, el cliente –una vez conforme con el contrato- lo firma digitalmente, toma una foto de su documento de identidad y con un video da cuenta que ha firmado. Con esta nueva metodología, el directivo asegura que el 90% de sus clientes ha adoptado la solución.
Pese a ello, el gerente del banco peruano considera que los usuarios aún no están preparados para un canal 100% digital, ello debido a la complejidad del producto per se.
“Una solución digital no es efectiva si solo el 3% de tus clientes van a pasar por ahí”, expone.
En México el panorama es similar. La regulación exige la presencia física del comprador y vendedor del inmueble en el cierre del negocio e incluso antes de celebrar el contrato.
Aunado a ello, al tratarse de un negocio que demanda múltiples aspectos (financieros, fiscales e inmobiliarios), la asesoría profesional no necesariamente debería automatizarse u omitirse del todo, en algunos casos.
“No lo veo como esas aplicaciones donde puedes ordenar comida y te llega”, declara García de Citibanamex.
“Por la enorme carga que representa la hipoteca en términos documentarios y el nivel de interacción con todas las partes involucradas, sí puede llegar a ser mucho más digital de lo que hoy tenemos, pero probablemente ese componente de asesoría permanezca en el tiempo”, puntualiza.
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