Inclusión: La confianza digital es crucial para el crecimiento
3 diciembre, 2020
Katie Llanos-Small
El año 2020 ha traído consigo muchas dificultades. No hay persona, lugar u organización que no haya sido impactada de alguna manera por la pandemia.
No obstante, a pesar del trauma y los desafíos, también hemos visto lo mejor de la humanidad. Las personas y las comunidades han demostrado su capacidad de resiliencia ante el endurecimiento de las restricciones sociales, ya sea haciendo voluntariado en las comunidades, o apoyando a las pequeñas empresas comprando local. Las empresas también han dado un paso adelante, al innovar para satisfacer las necesidades rápidamente cambiantes y apoyar a sus empleados.
En Mastercard, nos apasiona hacer posible la inclusión financiera y crear confianza en la economía digital. Una manera de hacerlo es poniendo a las personas y las empresas en línea – a principios de este año, nos propusimos el objetivo de conectar a 1.000 millones de personas y 50 millones de micro y pequeñas empresas a la economía digital para el año 2025. Los hechos son claros: a medida que se extiende la innovación digital, las economías han podido desarrollarse más rápidamente, crear riqueza generacional y ser más resistentes a las crisis económicas. En este sentido, es un objetivo por el que vale la pena esforzarse.
Índice de Inteligencia Digital 2020
En este contexto, Mastercard, junto con la Escuela Fletcher de la Universidad de Tufts, ha publicado esta semana la última edición de nuestro Índice de Inteligencia Digital. El informe describe el progreso que han hecho las economías en el avance de la digitalización, el fomento de la confianza y la integración de la conectividad en las vidas de miles de millones de personas.
Basándose en ediciones anteriores de 2014 y 2017, el índice de este año presenta un panorama del desarrollo digital mundial, da a conocer los factores clave que impulsan el cambio y el impulso, y expone lo que esto significa para las economías que se enfrentan a los desafíos de una pandemia mundial y la recuperación posterior a la misma.
¿Qué nos dicen los resultados?
El índice hace hincapié en que las economías que invirtieron tempranamente en la digitalización y se esforzaron por fomentar la confianza en sus economías digitales han demostrado ser las más resistentes a la conmoción creada por la pandemia: 11 de cada 13 de las economías digitales más avanzadas y dinámicas del mundo superaron la tasa media de crecimiento de la OCDE en el segundo trimestre de 2020 (de un año a otro), durante el punto álgido del primer bloqueo mundial.
Las economías digitales avanzadas están atravesando una fase «posterior al acceso», en la que la calidad de esta, la rendición de cuentas de las instituciones y la formulación de políticas, y el fomento de la confianza son factores cada vez más determinantes de la competitividad y la sostenibilidad digitales. Con una mejor conectividad, las opciones de servicios digitales de valor añadido aumentan exponencialmente, tanto en los pagos como en otros ámbitos.
Tras reconocer esto, algunas instituciones políticas ya están adoptando medidas decisivas. Un ejemplo reciente es la estrategia de la Unión Europea «Modelar el futuro digital de Europa», en la que se promete invertir en las competencias digitales de todos los europeos, posibilitar una comunidad dinámica de empresas incipientes de rápido crecimiento y habilitar a los ciudadanos con un mejor control de sus datos.
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La confianza está en el corazón del éxito futuro
El núcleo de este cambio es el reconocimiento de la necesidad de crear confianza en la economía digital. La confianza es el factor clave en cualquier relación o transacción y las economías no pueden llegar muy lejos sin ella. Con el surgimiento de nuevas formas de comercio electrónico y pagos móviles en todos los rincones del mundo, los consumidores necesitan comprender y confiar que funcionarán y que su información estará segura.
En Mastercard nos aseguramos de que el consumidor siga siendo el centro de nuestro trabajo. Esta información nos permite construir y ofrecer productos y servicios para que la vida de nuestros clientes sea más cómoda y sus interacciones más fluidas y seguras. En este sentido, hemos liderado el camino hacia nuevos estándares, como EMV, QR y tokenización, y soluciones que mejoran las experiencias de pago seguro. A través de innovaciones como la biometría, la tarjeta sin contacto o la identidad digital, nos comprometemos a mantener la confianza de los consumidores.
Ayudar a las economías en desarrollo con el cambio de rumbo
El índice también pone de relieve los inquietantes desafíos que se plantean en las economías menos avanzadas en el plano digital; las persistentes deficiencias de infraestructura y la inestabilidad de los entornos institucionales hacen que solo una de cada cinco personas de las economías en desarrollo esté en línea. Es preciso corregir este desequilibrio.
Una forma de hacerlo es facilitar los puntos de acceso a las posibilidades. En muchas economías emergentes, las generaciones más jóvenes están impulsando la digitalización. Tomemos el ejemplo de Nigeria; su edad media es de poco más de 18 años y se prevé que para 2025 los usuarios de teléfonos inteligentes pasen de 25 millones a más de 140 millones. Para aprovechar esta situación, es preciso adoptar medidas específicas y políticas progresivas para mejorar la infraestructura y promover la iniciativa empresarial digital, la investigación y el desarrollo y la inversión extranjera directa.
El argumento para emprender este viaje nunca ha sido más convincente. El mundo necesita sociedades digitales dinámicas, inclusivas y confiables. Esperar ya no es una opción. El trabajo duro debe comenzar hoy.
Ajay Bhalla es el presidente de Cibernética e Inteligencia de Mastercard
Este artículo forma parte de una serie sobre la tecnología y los servicios financieros. Explora la serie completa.