Bolivia está experimentando un flujo de negocios y actividad cripto sin precedentes: los bancos locales y empresas extranjeras perciben a los activos virtuales como la vía rápida para actuar frente a la escasez de divisas extranjeras. Pero especialistas consultados por iupana coinciden que no es una tendencia pasajera, y que más bien hay una demanda estructural emergente.
Aunque el tiempo y la especialidad de productos decidan si el movimiento cripto en Bolivia se derrumba o avanza, “si se analiza la data entre 2024 y 2025 -donde se ven tasas de crecimiento de tres dígitos-, pareciera que hay una parte estructural importante”, dijo a iupana Ignacio Carballo, head of alternative finance en PCMI. El salto al que se refiere es al volumen transaccional cripto, que pasó de US$ 46,5 millones el primer semestre de 2024 a US$ 294 millones al mismo periodo de este año, según los reportes del Banco Central de Bolivia (BCB).
La Cámara Boliviana Fintech aseguró a este medio que hay más interés de los bancos por sumarse a la actividad, como Banco Bisa (remesas) o el Banco de Crédito del Perú (custodia), así como un flujo de nuevas billeteras locales y extranjeras para compra/venta, custodia y hasta rendimientos dolarizados. “Han ayudado a estabilizar la escasez de dólares”, señala Eduardo Aranda, su presidente.
La falta de dólares y el contexto inflacionario boliviano incrementaron un movimiento que el país ya venía explorando (y explotando) desde hace unos años: el uso de activos virtuales como una reserva de valor. El límite en la capacidad del BCB para proveer divisas al mercado (por una baja en las reservas internacionales) y las restricciones de los bancos para sacar billetes, habilitaron nuevos mecanismos de acceso a dólares y negocio: bancos y fintechs incursionando en stablecoins.
Para sentar las bases de la formalidad de este mercado, el BCB levantó el veto de estos activos el año pasado. A su vez, la Unidad de Investigación Financiera designó a estos proveedores como sujetos obligados de reportes de operaciones sospechosas y la nueva Ley Fintech reconoce a los proveedores como empresas fintechs bajo la supervisión de la autoridad bancaria ASFI.
El USDT/USDC –que guarda paridad 1-1 con el dólar- actúa como un dólar digital disponible, pero caro. La tasa oficial es de 6.92 bolivianos por cada dólar aproximadamente, pero el dólar digital puede fluctuar entre 13 a 14 bolivianos. Aunque la diferencia es prácticamente al doble del valor referencial, las condiciones colocan a esta moneda estable en un recurso atractivo por su disponibilidad y mecanismo operativo.
“No creo que sea una manera de salir de la inflación”, opinó Carballo sobre la brecha en el costo de stablecoins. Añadió a su vez que este riesgo inflacionario se incrementa cuando se mezclan monedas estables con criptos volátiles. “Si la población urgida de encontrar algo que le da la sensación de que preserva su valor y no conoce los riesgos o las diferencias entre estar comprando bitcoin o USDT, va a estar corriendo riesgos más altos”, advirtió.
CryptoMKT, una de las criptoexchange próximas a ingresar al mercado boliviano este año, dijo a iupana que no ven factible el incorporar una oferta más allá de BTC, Ethereum USDT, USDC, y otros. Incorporar monedas de alta volatilidad califica de “impudente”, en palabras de Fernanda Juppet, CEO de la plataforma.
“Lo que vamos a hacer es atacar con productos que estamos pensando para la región, pensando en el dolor específico de la zona. Por ejemplo, remesas internacionales, pagos a proveedores internacionales, y la colaboración con bancos, que es donde vemos que están bastante abiertos a trabajar con cripto”, adelantó.
En la Cámara Boliviana Fintech confían en que el uso de monedas estables se mantendrá e, incluso, podría establecerse en el país, más allá del rumbo electoral que tome Bolivia en octubre, durante la segunda vuelta presidencial. “Hay un candidato mucho más entendido en este tema, pero no creo [alguno] que vaya a irse en contra de las soluciones blockchain-cripto. El escenario es bueno, y esto llegó para quedarse», puntualizó Aranda.