La posibilidad de un sandbox de finanzas abiertas que deje lecciones a países de América Latina será promovida por Chile; no obstante, especialistas creen que el desafío está en el establecimiento de estándares para su ejecución.
El tema fue presentado por Solange Bernstein, la presidenta de la Comisión para el Mercado Financiero de Chile (CMF), ante la Comisión de Hacienda del Senado donde explicó que el regulador financiero promoverá un sandbox regional que contará con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
Ante ello, el desafío de una arenera regional está en la implementación de un sistema homogéneo.
“Mientras los estándares que se ocupan en las distintas jurisdicciones, que le sean relevante al sandbox, sean los mismos, yo entendería que es útil”, dice a iupana Ignacio Pera, abogado especialista en temas financieros digitales de Dentons.
“Podría llegar a ser un problema si es que se ocupa un sandbox único, con estándares distintos, o que por realidades de infraestructura de cada uno de los países haya que hacerle tantos ajustes al estándar”, detalla.
La tendencia en distintos países de la región va hacia un contexto de finanzas abiertas que transformará la manera en cómo los bancos y fintechs se pueden aproximar y ofertar productos personalizados a los usuarios finales. En mayo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) manifestó su interés por promover el open finance.
De Chile para LatAm
El abogado detalla que la ejecución del sandbox en Chile será únicamente con fines técnicos y no comerciales. Esto será mediante el uso de data ficticia con la que podrán testear los mecanismos de implementación de las interfaces de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) y su consumo antes de que salgan a producción.
En su presentación frente al senado, la presidenta de la CMF detalló que los conocimientos resultantes de la arenera, al menos en la codificación, pueda estar a disposición de otros países para apoyar en la implementación de los sistemas de finanzas abiertas de la región.
Por ello, la propuesta del país del sur es empezar claros y con la alineación de las instituciones participantes.
“Lo que estamos haciendo es revisar que la tecnología funciona bien. (…) Este sandbox lo tienen que ocupar todos los obligados del sistema financiero, los obligados a entregar información, que son los obligados a implementar las API”, concluye Pera.
