Dar préstamos es un reto para bancos y fintechs en entornos hiperinflacionarios, donde las tasas de interés a menudo se deprecian ante la pérdida de valor del dinero. Sin embargo, la fintech GoCuotas de Argentina y Cashea en Venezuela han adaptado fórmula de buy now, pay later (BNPL) en mercados impactados por la subida galopante de los precios.
“La inflación no nos afecta mucho, porque quien pone el precio de la venta es el comercio y las devaluaciones últimamente, en lo que nos viene repercutiendo es en un ajuste del fee que le cobramos a los comercios”, comenta a iupana Mariano Squaiera, director de marketing de GoCuotas.
«Todos los medios de pago están subiendo y las tasas del banco central están subiendo. En ese caso ya no somos ajenos, vamos haciendo ajustes y nos vamos adaptando”, complementa. La fintech permite que los comercios decidan si establecen hasta 4 cuotas mensuales y sobre esta decisión se les cobra una comisión.
Por su lado, Cashea también está avanzando en la colocación de crédito hasta con tres cuotas sin intereses. Para protegerse de la volatilidad, dolarizan los precios y trabajan con pequeñas líneas, dirigidas los sectores con mayor poder adquisitivo de la población, lo que mitiga los riesgos de impago, según Pedro Valenilla, CEO y fundador de la empresa.
Los créditos BNPL son percibidos como tendientes hacia el riesgo, por las características del producto: dirigido principalmente a quienes no califican a tarjetas de crédito, sectores financieramente desatendidos y sin historial crediticio claro. Las comisiones a los comercios se presentan como la vía de monetización, porque por lo general no genera intereses.
La sueca Klarna, un marcador del mercado BNPL, registró una recuperación y beneficios operativos en el tercer trimestre del año, los primeros desde 2019. Sin embargo, el cierre de operaciones de ZestMoney de la India, una empresa respaldada por Goldman Sachs, Quona y PayU, demuestra la dificultad del producto. La fintech india había recaudado US$ 130 millones en ocho años y llegó a ser valorada en US$ 450 millones.
Volviendo a LatAm, a inicios de este año las fintechs BNPL de México Kueski y Aplazo nos revelaron que ajustaban sus perfiles de crédito constantemente, con el fin de mantener su modelo sólido.
“Al ser microconsumos, las cuotas son muy chiquitas […] por lo que casi no tenemos incobrabilidad”, concluye Squaiera.