Poniéndose en contra de la tendencia de la industria de banca tradicional, que prefiere modernizar sus arquitecturas a través de alianzas con empresas proveedoras de tecnología, los bancos mexicanos Invex y Banregio están impulsando sus desarrollos en casa, con el fin de capitanear sus canales digitales.
Para Banregio, esta ha sido la estrategia desde el arranque, pero para Invex –que también descarta mudar la totalidad de sus servidores a la nube– significa un cambio en la ruta, que busca captar mayor conocimiento, tanto de la tecnología como del negocio, que dicen, estaba quedando en manos de los socios.
El movimiento también es una muestra de la creciente necesidad que tienen las entidades de comprender de primera mano sus divisiones de banca digital, mientras estas toman mayor importancia en los resultados generales.
“Teníamos una dependencia muy grande en proveedores terceros […]. Al hacerlo así, nunca crecimos en conocimiento y en la ingeniería en los últimos cinco años”, reconoce Mario Piazzesi, director de innovación de Banco Invex a iupana.
La entidad, una institución pequeña fundada en 1994, ha dicho en otras ocasiones que espera duplicar su tamaño en el corto plazo y redefinirse como una empresa tecnológica que brinda servicios financieros. En línea, presentó este año su spin-off digital Now, con el que espera captar a nuevos públicos jóvenes, y está enfocándose con mayor interés en el desarrollo de su infraestructura.
“Queremos hacer movimientos grandes. Hay cajas negras de un partner que tenemos que aclarar, y apropiarnos de la ingeniería”, añade Piazzesi.
Para alcanzar este objetivo, el banco ha creado 25 equipos de desarrollo con capacidades para abordar las iniciativas de productos que se requieran desde el banco. Para hacerse de este talento humano, el directivo dice que están haciendo un trabajo de hunting de talento.
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Desarrollo in-house de Banregio
Por su lado, Daniel López, director de banca digital de Banregio, resalta las prestaciones de tener un equipo a lo interno para ejecutar la transformación digital. El banco mediano, también fundado en 1994, dice que esta decisión les permitió crear Hey Banco, su spin-off, en 2017.
“Banregio lejos de hacer inversiones para comprar productos de terceros, nosotros los generamos. Tenemos una división que se encarga de hacer esto”, asegura López.
Hey Banco obtuvo hace dos semanas su licencia bancaria para operar de manera independiente. También está próximo a lanzar Hey X, una aplicación que permitirá la inversión en acciones fraccionadas de Estados Unidos, de acuerdo con López.
Además de separarse nominalmente, Banregio y Hey Banco han tenido que desvincular su infraestructura tecnológica. “Se ha hecho una inversión en la parte de la separación de los sistemas del core bancario, para poder tener tanto a Banregio como a Hey operando de manera independiente”, agrega el directivo. López.
Agrega que el objetivo de ambas instituciones es alcanzar con propuestas digitales a segmentos sociales distintos.
“Corremos en paralelo […]. En Banregio estamos apostando en poder atraer a clientes y facilitarles la dinámica empresarial y operativa. En el caso de Hey, están próximos a sacar una aplicación que le va a permitir a la gente hacer inversiones”, explica López.
Esta iniciativa, de preferencia por desarrollos internos, no está aislada ni es exclusiva de los bancos mexicanos. El mes pasado, este medio reportó que la filial peruana del Banco Pichincha está en un proceso intensivo de captación de talento e inversión para liderar y dejar de tercerizar sus áreas de tecnología.
No todo es la nube
En octubre, el Banco Invex modernizó sus servidores bancarios para tener capacidad de alta transaccionalidad. Este cambió técnico permitió el nacimiento de Now, su filial digital apalancada en los centennials.
Con estos servidores, el 90% de su infraestructura tecnológica está ubicada en sus instalaciones, lo que permite una hiperdisponibilidad, mientras que solo el 10% de la ingeniería está en la nube, cuenta el vocero.
Esta realidad contrasta con decisiones como la de Santander, que hasta mayo de 2022 reconocía que el 80% de su infraestructura tecnológica había migrado a la nube.
“Hablamos con Amazon, con Google y con Microsoft; y nunca [hubo decisión], ni por beneficio tecnológico ni por beneficio económico, de subirnos totalmente a la nube”, dice el líder de banca digital de Invex.
La ventaja de su preferencia de migración a tecnología cloud, continúa, es que en el caso que se necesite se puede ampliar ese 10% de capacidad de uso, casi de inmediato, hasta que pase la urgencia. Y luego desactivarla.
“Preferimos tener nuestros fierros internos de la más alta tecnología, para tener las manos totalmente en el desarrollo y en el mantenimiento”, opina Piazzesi.
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