La presión que pesa sobre el estadounidense First Republic Bank (FRB) elevó nuevamente las señales de alerta en el sistema bancario global, altamente interconectado. Y aunque se espera que los problemas del prestamista no afecten directamente a Latinoamérica, tampoco ayudan a traer estabilidad al ecosistema.
Especialistas coinciden en que el desplome de valor del FRB no tendría un impacto similar a lo ocurrido hace menos de dos meses con Silicon Valley Bank (SVB), debido a que pocas empresas de tecnología latinoamericana tienen sus saldos en la institución. No obstante, agrega incertidumbre y dibuja un escollo más para la captura de capital para las fintechs latinas.
“No creo que vaya a producir un impacto ni remotamente similar a SVB”, dice a iupana Jorge González, socio director de la empresa de inversión mexicana G2 Momentum Capital. “Pero sigue siendo una crisis de confianza en el sector, para el ecosistema de startups y la sequía de capital que originó todo esto”, añade.
FRB –cuyo foco está en sectores de alto ingreso y startups– comunicó el lunes que al cierre del primer trimestre del año sus depósitos cayeron en 40%, más de US$ 100.000 millones. Ese día la acción de la empresa cotizaba en US$ 16 y fue cayendo hasta los US$ 5,69 al cierre del miércoles. Hasta el jueves todavía no se conocía un plan claro para la entidad.
Según conversaciones de grupos de chat con fundadores participantes en la aceleradora Y Combinator, las repercusiones no preocupan. En este contexto, se espera que se mantenga el statu quo; aunque este no sea el más prometedor.
“FRB no tenía la misma penetración de mercado que SVB”, opina Gustavo Gawryszewski, fundador de Moner, una empresa de tecnología para cobranzas de Brasil. “El peligro es más para la estabilidad del sistema financiero americano, que directamente para las startups de LatAm”.