Los bancos y fintechs, que apresuraron sus planes para captar clientes entre las startups con depósitos en Silicon Valley Bank (SVB), se presentan como los grandes ganadores del desplome del banco estadounidense.
La fintech brasileña Trace Finance, por ejemplo, apresuró el lanzamiento de su cuenta corriente en Estados Unidos, logrando mover unos US$ 200 millones de capital pertenecientes a empresas urgidas tras el desplome del SVB, contó el fundador de la fintech a iupana.
El monto corresponde a los depósitos captados en el periodo de mayor incertidumbre, entre el 9 y 10 de marzo, cuando una corrida bancaria acelerada por dudas sobre la liquidez del banco provocó su intervención. En un sentido mayor, esta quiebra también aumenta la aversión al riesgo en el ecosistema digital latinoamericano, lo que a su vez eleva la dificultad para captar inversiones.
“Estamos abriendo como 30 o más cuentas por día”, explica Bernardo Brites, cofundador y CEO de Trace Finance. “Las startups necesitan de un aliado que consiga hacer su banking de forma segura”, dice a iupana.
El viernes de la intervención del SVB, la fintech sólo tenía habilitada una lista de espera para su producto de cuenta digital. Ese mismo día, recibieron más de 500 solicitudes, lo que los llevó a adelantar el lanzamiento. Hasta ahora, la mayoría de sus usuarios son exclientes del SVB.
Líderes de la industria anotaron a este medio que, en medio del desplome, decenas de fintechs latinoamericanas buscaron hacia dónde mover su dinero, lo que generó que bancos grandes como JP Morgan o Bank of America empezaran a recibir solicitudes de servicio. Otros dijeron que buscaban bancos tradicionales en América Latina para procesar pagos, nóminas y movimientos de capital.
Brites agrega que en el corto plazo no planean lanzar nuevos productos financieros para su creciente cartera de clientes. “Preferimos que las startups tengan una cuenta que haga todo lo que se debe hacer, con seguridad, antes de hacer otros productos”.