Brasil empezó el 2023 con la ceremonia de inauguración de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente, un líder que se presenta como el antagonista de su predecesor. Tras una semana, el 8 de enero, la sede de los Tres Poderes en la capital brasileña fue invadida y destrozada por simpatizantes del exmandatario Jair Bolsonaro. Pero ¿qué representa el cambio de Gobierno y la actual situación política y económica para el mercado de finanzas digitales y cripto del país?
Expertos entrevistados por iupana apuntan que el sector fintech mantendrá su camino de maduración, a pesar del entorno. Aunque prevén que la industria deberá disputarse la atención de los hacedores de políticas, en un ambiente signado por las desavenencias políticas y un menor crecimiento.
En el aspecto legal, fundamental para el sector, Diego Perez, presidente da la Asociación Brasileña de Fintechs (ABFintechs), explica que el hecho de que la actividad fintech sea regulada y de carácter más infralegal que legal (es decir, que no depende de una legislación específica y sí de varias regulaciones), lleva a que las fintechs necesiten de claridad del Banco Central de Brasil (BCB), la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) o la Superintendencia de Seguros (SUSEP); y no del Ejecutivo, directamente. “Independientemente de los planes, el BCB tiene una agenda en curso que es supra gubernamental”, apunta.
Hay importantes retos para 2023, como la entrada en vigor del marco regulatorio para los criptoactivos, sancionado en diciembre, a partir de cuando corren 180 días para entrar en vigencia. También, se discute en el Senado un proyecto aprobado en junio en la Cámara de Diputados, con potencial de expandir la actuación de las fintechs y la banca digital en el mercado de los préstamos. Asimismo, la industria trabaja en superar las trabas para extender el crédito rural obligatorio y que esté disponible para las fintechs.
Sin embargo, Brasil —como cualquiera otro país del mundo— sufre las interferencias del escenario macroeconómico global. Se proyecta que el crecimiento mundial se desacelerará al 1,7% en 2023, el tercer ritmo más débil en casi tres décadas, solo opacado por las recesiones mundiales de 2009 y 2020. Y el sector también se verá trastocado tras el 8 de enero, aunque no directamente.
“Desde la asociación hicimos una fuerte nota de repudio a lo sucedido, porque realmente creemos que esos actos fueron inaceptables en una sociedad como la nuestra”, destaca Bernardo Srur, director de la Asociación Brasileña de Criptoeconomía (ABCripto).
Con menos de un mes de Lula en el cargo, Srur recuerda que el Gobierno aún está en formación, con los principales actores estableciéndose. Todavía pueden pasar unos seis meses de adaptación y transición. “Lo que entendemos es que, las criptomonedas están en la agenda del Gobierno, pero es una de las agendas que aún no es prioridad. La prioridad es remediar los puntos principales tras el proceso electoral”, dice Srur.
En la misma línea, Perez, de ABFintechs, señala que los acontecimientos en las sedes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial acabarán por influenciar –tangencialmente– a la industria. “Más en el sentido de que ahora el foco político será el esclarecimiento, la búsqueda de rendición de cuentas de los responsables. El movimiento político en Brasilia estará muy centrado en este tema y las agendas que están esperando votación quedan en segundo plano. Se compite con el tiempo de los parlamentarios, lo que puede retrasar el paso”, evalúa.
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Criptoleyes en ¿marcha?
Ciertamente, se ha hecho mucho en cuanto a finanzas digitales en Brasil en los últimos años, como la aprobación de leyes para flexibilizar servicios cripto y la actividad cambiaria. Durante el curso de la pandemia, también se logró que las fintechs fuesen incluidas en la cadena de distribución de los auxilios.
Pero siguiendo la aprobación del marco legal de las criptomonedas, aún hace falta un decreto para reglamentar la ley y determinar qué organismos reguladores serán los encargados de supervisar al sector. Srur, de ABCripto, espera que este decreto salga en los primeros meses del año, aunque reconoce que, frente a los acontecimientos del 8 de enero, puede haber algún retraso. El director no espera una prórroga de 180 días adicionales para que el marco entre en vigor.
Por el contrario, Bruno Diniz, profesor de MBA en USP/ESALQ, una unidad de la Universidad de Sao Paulo, y socio de la consultora Spiralem, plantea dudas acerca del avance del marco. “Se habla de que avanzará lentamente este año, con la definición de reglas más específicas y procesos de licenciamiento. El apunte de los especialistas es que estos temas que necesitan de un gran consenso no ocurrirán tan pronto, quizás a finales de año. No están en el tope de las prioridades y quizás haya prórroga de otros 180 días o más consulta pública”, señala
“La aprobación fue un paso adelante, pero hasta que tenga un efecto en el mercado, puede tener una extensión”, explica.
Como un punto en común, los expertos aseguran que la aprobación del marco regulatorio es muy importante para el sector, porque establece las reglas iniciales para el intercambio de los activos virtuales. “Lo que está pendiente es el decreto que explica cómo se aplicará la ley”, dijo Srur.
La expectativa es que cuando las criptomonedas funcionen como un medio de inversión, la responsabilidad caerá en la CVM. Si se adoptan como medio de pago, se espera que quede en manos del BCB. Suena simple, pero hay áreas grises.
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Inclusión financiera y económica
Hablando del banco central, el presidente de la asociación de las fintechs recuerda una charla reciente de Lula, diciendo que quiere hacer un uso del Banco do Brasil (BB) como motor para la bancarización de la población de bajos ingresos. “Quiere usar un banco público como protagonista, cuando podría alentar a nuevos participantes”, dice, haciendo referencia a las fintechs y recordando que en los dos términos anteriores de Lula no existían las fintechs de crédito, que recientemente, recibieron regulaciones sólidas y validadas.
“BB podría ser utilizado en colaboración con las fintechs, porque ellas ya tienen una amplia y diversa plataforma digital; y los brasileños ya usan las apps para sus finanzas”, añade Perez.
El representante gremial recalca tener perspectivas positivas para el nuevo Gobierno. “Esta es una nueva perspectiva. El Gobierno anterior era más de libertad económica y este más para lo social, la inclusión y el desarrollo social. Cuantas más personas tengan acceso al crédito, mejor se desarrolla la sociedad”, apunta.
Durante los dos períodos presidenciales previos de Lula (2003-2010), Brasil tuvo un florecimiento económico potente. Las cifras de pobreza disminuyeron a la mitad, dándole paso a una nueva clase media creada a partir de un boom de materias primas, lo que permitió al carismático mandatario crear programas de asistencia social.
No obstante, el Brasil de hoy no es igual al de antes.
Diniz, de Spiralem, resalta que este será un año desafiante en términos macroeconómicos. Además, viene tras un 2022 que ya fue complicado, por lo que el escenario global sigue turbulento. Agrega que las startups –no solo en Brasil– enfrentan problemas de funding y despidos, lo que representará una verdadera prueba de fuego para muchas fintechs.
“Es en este momento cuando se separa las iniciativas que pueden sobrevivir. Probablemente tendremos un movimiento de fusiones y adquisiciones (M&A), ya sea con bancos comprando fintechs o con una mayor consolidación en algunos sectores”.
Sin embargo, el experto mantiene su confianza en el mercado de América Latina, a pesar de todos los problemas. “Si logramos mantener el ritmo de avances que estamos teniendo en el segmento de innovación financiera, que es bueno, ya es interesante”, apunta.
Mirando adelante
Entre los principales temas para este año, también destaca el marco legal de las garantías que promete expandir el mercado de préstamos a fintechs y bancos digitales. El proyecto ya pasó por los diputados y se encuentra en el Senado Federal. Si es aprobado, seguirá para la sanción presidencial, o de lo contrario, regresa a la Cámara. Este proyecto es muy esperado por el mercado, porque moderniza el uso de bienes y activos en la contratación de crédito, desde los contratos más grandes hasta los más simples.
El representante de ABFintechs sostiene que la aprobación del borrador se producirá ya que, según él, hubo un acuerdo para aclarar su punto más polémico, referente a la aprobación de empeñar al único bien de la familia a modo de garantía.
Por otra parte, Perez explica que la asociación adelanta una demanda para que el crédito rural obligatorio también sea accesible para las fintechs. “Todas las entidades financieras tienen la obligación regulatoria de destinar parte del crédito a la agricultura. Algunas no lo hacen y prefieren pagar una multa al banco central por incumplimiento. Por otro lado, hay muchas fintechs que operan en este segmento. Queremos cambiar la norma para que las fintechs puedan acceder a este recurso a través de los FDIC [fondos de derechos de crédito] de los bancos que no están interesados en estructurar [un modelo de crédito rural]. Pero, como está escrito en la regulación, este recurso no puede ir a lo FDIC”, detalla.
Los temas ambientales, que vuelven al foco con la nominación de la ecologista Marina Silva como ministra del medio ambiente y cambio climático, representan un punto focal para las fintechs que están insertadas en el mercado de la tokenización y transaccionan créditos de carbono. El mercado presenta expectativas positivas para oportunidades de crecimiento en este renglón.
De hecho, la tokenización de activos también ganará mayor relevancia, dijo Bernardo Srur de ABCripto, apuntando que más empresas deberán ingresar en este mercado, al paso que el BCB y la CVM avanzan también. “El año pasado tuvimos una avalancha de empresas ingresando, muchas con tokenizadores y este año veremos los primeros productos lanzados”, destaca.
Para el Diniz, consultor de Spiralem, el mercado está experimentando un giro clave en la transformación de activos a una economía que funciona con base en blockchain. “La economía se mueve para entrar en el momento de la tokenización y además tendremos el real digital que atrae el movimiento en la industria en su conjunto”, concluye.