Bancolombia, el banco más grande del país sudamericano, se está preparando para incorporar casos de uso tangibles con criptomonedas, en una muestra de la escala que está tomando este mercado en Latinoamérica, incluso para las instituciones tradicionales.
Junto con otras entidades, fintechs y plataformas exchange, el banco participa en el sandbox regulado para la experimentación con compra y venta de criptomonedas como bitcoin, ether, bitcoin cash y litecoin; un piloto que ha logrado atraer la atención de los usuarios.
“En Bancolombia llevamos más de seis años estudiando la entrada de los criptoactivos a la economía para entender los desafíos que ello trae y prepararnos”, resume Cipriano López, vicepresidente de innovación de Bancolombia, en entrevista con iupana.
“Las criptomonedas como medio de pago -e incluso como moneda de curso legal- serán cada vez más comunes en nuestra región”, adelanta.
En alianza con Gemini, una empresa que ofrece billetera, compraventa y custodia de criptomonedas basada en los Estados Unidos, están haciendo pruebas de comercialización, captando en un mes a unos 650 clientes y con la visión de llegar al tope máximo de 5.000 usuarios impuesto por la Superintendencia Financiera de Colombia durante el 2022.
Estos clientes podrán negociar criptomonedas directamente con Gemini y hacer uso de sus cuentas de ahorro o corrientes y los canales digitales de Bancolombia para el proceso.
“Este piloto busca ayudar a entender el comportamiento de las personas que invierten en este tipo de activos, al igual que la forma de operar correctamente entre bancos y exchanges”, agrega.
El inicio de las operaciones del piloto también evidencia nuevas oportunidades de negocio para más empresas del sector financiero. Participan un total de nueve alianzas que incluyen a otros jugadores importantes del sistema como Banco de Bogotá, el segundo del país, o la fintech Movii, también participan en las pruebas.
“Ha habido una demanda muy interesante. Nuestros usuarios siempre buscan nuevas opciones y sí ha crecido lo suficiente para considerarse un negocio interesante para la banca como para el exchange”, revela Eduardo Ríos, líder del equipo cripto en Movii, una billetera digital respaldada con inversión por Square, la fintech del fundador de Twitter, Jack Dorsey.
Movii ha presentado un crecimiento de más de 50% en sus transacciones mensuales desde el inicio de operaciones en junio del 2021, junto a su socia el exchange cripto-to-fiat Bitpoint. “No ha habido un mes con crecimiento negativo”, añade Ríos y asegura que la fintech está cerca de alcanzar el límite de 5.000 usuarios.
Esta alianza ha transado más de 1.600 millones de pesos colombianos (poco más de US$ 400 mil) en aproximadamente 6 meses de operaciones.
También te puede interesar: Fintech mexicana Delt.ai usa stablecoins para fondear préstamos para pymes
Regulación cripto para Colombia
Fuera del piloto, Ríos señala que en Colombia el 6% de la población tiene criptos, un aproximado de 3 millones de personas; lo que pinta un mercado receptivo. Colombia se colocó como el segundo país de Latam en adopción de criptomonedas, solo detrás de Venezuela, según un estudio de Chainalysis, una plataforma de datos sobre blockchain, publicado en marzo de 2021.
Buda.com, otro exchange que participa en el arenero, estima que más de 100.000 millones de pesos colombianos (US$ 25 millones) son transados mensualmente en el país.
Este crecimiento lleva a los participantes a prever que el espacio de pruebas es un primer paso para generar normativa para la comercialización con monedas descentralizadas por parte de instituciones reguladas, aunque el arenero no sea regulatorio.
El objetivo colectivo del piloto “es que entre las entidades que estamos participando, los exchange y el regulador, se aprendan lecciones que permitan generar un marco jurídico a una velocidad importante”, señala Luis Iregui, cofundador de Coink, una fintech especializada en promover ahorro a través de productos transaccionales, que también está en laArenera.
Desde Bancolombia coinciden. “Uno de los grandes retos está en encontrar un balance entre regulación e impuestos para las compañías cripto”, agrega López.
“Desde el punto de vista regulatorio, hemos visto poca velocidad en los países de la región para entender y tomar una posición clara respecto a las compañías de cripto y a los criptoactivos, que se refleja en la existencia de zonas grises, temor a la hora de hacer negocios e informalidad que finalmente no benefician al usuario final y crean entornos con desventajas competitivas para ambas partes”, dice.
El piloto cripto colombiano también se planteó el objetivo de medir la efectividad de la verificación de la identidad digital y la trazabilidad del dinero.
«La banca aprende del exchange y el exchange aprende de la banca, y la Superintendencia aprende de los movimientos”, añade Ríos de Movii.
Evolución cripto en Latinoamérica
Bancos centrales en Perú, Chile, el Caribe y México están superando la fase de discusión conceptual y empezando a experimentar con monedas digitales, conocidas como CBDCs por sus siglas en inglés (Central Bank Digital Currency). Mientras, bigtechs como Meta empiezan a utilizar stablecoins en el envío de remesas sin comisión, un mercado fundamental entre Estados Unidos y Latinoamérica.
Los casos de uso potenciales se están perfilando mayormente hacia los pagos y las transferencias internacionales. Pero también para créditos.
En este contexto, las instituciones financieras –tradicionales y fintechs-, que funcionan bajo regulación, están buscando avenidas para ellos también participar de este mercado que según CoinGecko está valorado globalmente en más de US$ 2 billones; más allá de las inversiones en monedas volátiles como el bitcoin.
“Los programas como el que la Superintendencia ha establecido en Colombia son un paso importante para la evolución del ecosistema de cripto en Latinoamérica”, comenta a iupana Cynthia Del Pozo, directora de estrategia y desarrollo corporativo de Gemini.
Por su lado, Buda.com inició operaciones dentro del sandbox los primeros días de enero en alianza con el Banco de Bogotá.
“Las entidades financieras han hecho la tarea de manera cautelosa y discreta”, señala Alejandro Beltrán, CEO del exchange que tiene seis años en Colombia, valorando que el piloto está ayudando a superar temores que recaen en la industria cripto, dado su carácter aún opaco y muchas veces presuntamente vinculado con el lavado de activos o el financiamiento al terrorismo.
Los reguladores deben prepararse para mantener el control del mercado cripto, cuyos riesgos podrían escalar rápidamente a nivel global, advirtió la semana pasada el Consejo de Estabilidad Financiera, un organismo de control para el G20, donde participan algunas de las mayores economías latinoamericanas: México, Brasil y Argentina.
«Este piloto es la antesala a una posible reglamentación de la industria de los criptoactivos en Colombia”, adelanta Beltrán.