Desde los intercambios de criptomonedas globales, como Binance, hasta las wealthtechs regionales, como Trii, hay un creciente optimismo respecto al impacto que los ETFs de bitcoin tendrán en la industria de activos virtuales, instrumentos que permiten invertir en la criptomoneda sin adquirirla directamente. Sin embargo, el mayor obstáculo en Latinoamérica está en la regulación y la percepción de riesgo que aún prevalece sobre los activos cripto.
El eco que creó la aprobación en Estados Unidos de la negociación de estos fondos cotizados en bolsa llegó hasta América Latina. Se espera que el valor de la moneda digital mantenga una tendencia alcista y que más instituciones, como fintechs, casas de bolsa y bancos, accedan a esta vía de inversión, en una ruta indirecta para acercarse al criptotoken más famoso, mientras amplían su oferta de productos y responden a una demanda innegable del mercado.
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