Las expectativas de mayores tensiones macroeconómicas aumentaron esta semana con la nueva subida de la tasa de referencia por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, que fue seguida por otros bancos centrales y que permite prever que los emisores en Latinoamérica adoptarán la misma tendencia.
La seguidilla de alzas para frenar la inflación ha sido señalada como un factor detrás de las quiebras de los bancos Silvergate, SVB y Signature, y del rescate de último minuto del europeo Credit Suisse. No obstante, en un entorno de confianza en picada, las criptomonedas han generado ganancias: bitcoin, por ejemplo, ha subido más de 70% este año.
“Los activos digitales tienen potencial para ganar protagonismo en medio de los impactos que ha sufrido el sistema financiero tradicional”, dijo en un comunicado Max Krupyshev, CEO y cofundador de CoinsPaid, una plataforma de servicios cripto y billetera.
Mientras se espera que las criptomonedas expandan su uso en medios de pagos, los inversores han visto en estos activos un lugar donde colocar capital. Y a diferencia de otros sectores, los activos cripto parecen mantener su promesa de cumplir una función de intercambio, de manera descentralizada y al margen de los contagios del sistema financiero tradicional.
«La economía digital pretende dar más autonomía a los usuarios y las personas, con escepticismo hacia los bancos tradicionales», complementa.
Más allá de las inversiones, la ausencia de regulación continúa siendo el punto débil de esta industria, al menos para su adopción en la vida diaria de los clientes de bancos y fintechs. “Cuando observamos el creciente número de posibilidades de uso y de personas que se unen a las criptomonedas, se refuerza el potencial de este mercado en su conjunto y trae a la luz la necesidad de regulación”, anota Krupyshev.
