El grueso de las transacciones de Latinoamérica sigue haciéndose en efectivo, una traba para las empresas de consumo masivo que, a diario, colocan productos en millones de puntos de venta. De allí nace el interés del fondo corporativo de Coca Cola y Arcor, Kamay Ventures, en colocar inversiones en fintechs que agilicen las operaciones y pagos de los pequeños comercios que forman parte de esas cadenas de valor.
A pesar de la pronunciada caída de capital que ha sufrido la industria de finanzas digitales, Kamay destaca que los fondos corporativos (como ellos) aún ven oportunidades de inversión en herramientas de ERP que permitan a micro, pequeñas y medianas empresas (mypimes) organizar caja, controlar inventario y captar financiamiento –especialmente para aquellas que tienen relación comercial con multinacionales de alimentos y bebidas–.
Hasta ahora, la expansión fintech en la región se concentró en soluciones digitales dirigidas a personas o usuario finales, teniendo como punta de lanza a neobancos y billeteras digitales. Pero a 2023, el mercado para este tipo de soluciones se muestra más maduro, con grandes jugadores como Nubank o Ualá moviéndose a una nueva etapa de escala y diversificación al lanzar servicios como marketplaces, cuentas de ahorro o intercambio de criptos.
No obstante, según Kamay, se abre un espacio para que las empresas digitales integren a pymes y micro comercios al ecosistema financiero y capitalicen del creciente interés de los consumidores por los medios virtuales.
“Uno de nuestros grandes motivadores es que tenemos acceso a 12 millones de puntos de venta en Latinoamérica, Coca Cola a través de sus embotelladores y Arcor a través de su distribución; puntos de venta que están tendiendo a la digitalización”, dice a iupana Antonio Peña socio director de Kamay, un fondo con despliegue regional.
Con un fuerte “foco en fintech”, para este y el próximo año, el inversor dice que están atentos a “soluciones que lleven servicios y productos financieros formales a un público que lo necesita, que hoy es carne de tiburones y de especuladores que aprovechan para cobrar tasas usureras”.
En este sentido, Peña, quien dirige las inversiones del fondo, afirma que buscan colocar recursos en emprendimientos que pongan en valor la información de toda la cadena de suministro, que finaliza en el vasto entramado de comercios latinoamericanos. Enumera: “todo lo que sea soluciones de fintech de activación de puntos de venta, manejo de efectivo, cambio de efectivo a digital, servicios asociados al préstamo”.
Las claves del crédito para pymes
Es precisamente en el crédito donde el mercado ha visto un auge reciente de propuestas. En esta línea, en iupana advertimos de iniciativas fintech que están recolectando data transaccional en puntos de venta, que sirva como evaluaciones de riesgo para ofrecer líneas de créditos.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo publicado en agosto, solo el 50% de las mipymes de LatAm había recibido y aceptado una oferta de préstamo bancario. El mismo estudio asegura que, estas empresas están recurriendo con mayor frecuencia a las fintechs para optar a tasas competitivas logradas a través del análisis de información.
Cumplo, una fintech especializada en factoraje con operaciones en México, Chile y Perú dice manejar tasas de morosidad por debajo del 1%, debido al uso de su motor de riesgo llamado Ada. Esto les ha permitido mantener balances sólidos en el adverso contexto actual.
Sin embargo, Nicolás Shea, su fundador y presidente, advierte que la clave para aumentar las posibilidades de financiamiento para las pymes es la formalización.
“Lo que Cumplo busca con los pequeños comercios es acercar el conocimiento sobre las ventajas y posibilidades de formalizarse, mejorar sus procesos contables y establecerse como una pyme que tenga acceso a diversas fuentes de financiamiento”, asegura a iupana.
Esto también puede diluir los riesgos para los prestamistas electrónicos.
En América Latina había alrededor de 13 millones de mipymes formales en 2021, según estimaciones del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA). Y a esas hay que añadirles un número considerable de empresas no declaradas, lo que supone un gran mercado para prestar a tasas con retornos considerables.
No obstante, Victoria Treyger, vocera de Felicis, una empresa de inversión que está detrás de Shopify, aseguró que este año habrá un triple golpe para las fintechs de préstamos: los consumidores están perdiendo sus empleos, las tasas de referencia están subiendo y el costo del capital es mayor, resaltó en un conversatorio organizado hace un par de semanas por TechCrunch en San Francisco.
Del cuaderno al software de gestión
A pesar del entorno más desafiante, Kamay aportó capital recientemente a la ecuatoriana Altscore, una empresa que realiza scoring alternativo para que, a través de APIs, las empresas de créditos puedan ajustar sus ofertas a emprendimientos que no son aceptados por el sistema tradicional. El monto colocado directamente por Kamay no fue divulgado, pero la fintech dijo que recibió US$ 3,5 millones en una ronda donde formó parte el fondo junto con otros inversionistas.
Kamay adelanta que tiene un plan para invertir en rondas semillas en lo que resta de 2023 y 2024 con tickets de hasta US$ 500.000, además de acompañar el crecimiento de las propuestas.
En este sentido, los softwares ERP, o que permiten automatizar procesos empresariales como finanzas, ventas, inventarios o recursos humanos, también entran en el foco de los inversores.
Flexio, es una plataforma mexicana de Software as a Service (SaaS) que ofrece estos servicios para pymes, también con el fin de permitirles que evolucionen de las bitácoras llevadas a mano y estandaricen su administración. La startup ayuda a las pymes a gestionar de manera eficiente sus cuentas por cobrar.
“Esto representa una oportunidad para las fintechs de la región, de entregar una solución de manera más eficiente, un producto financiero: factoraje, capital de trabajo, una línea de crédito. Es ahí donde aparece la oportunidad para las fintechs para apoyar a las pymes”, apunta Nathan Schorr, cofundador de Flexio.
La empresa descarta por ahora la habilitación de créditos, pero señaló a socios como Covalto o Konfío, especializados en el sector de las medianas y pequeñas empresas, uno que representa el 99% de las compañías en LatAm y da empleo a cerca del 67% de trabajadores, según un informe de la Cepal.
En este contexto, otros brazos inversores de corporaciones de consumo masivo como Bimbo Venture o FEMSA Venture también están acelerando proyectos de capital para startups que puedan integrarse a sus cadenas, destacando el espacio que hay para crear puentes digitales entre las grandes y pequeñas empresas.
“Nuestro concepto de estrategia es proponerles a esas startups, si son interesantes en verticales fintech, hacer pruebas de concepto con alguno de los socios (Coca Cola y Arcor) en cualquier país de Latinoamérica”, concluye Peña de Kamay.