La industria de los pagos digitales en Latinoamérica se prepara para recibir una ola de innovación en 2022, con modelos de negocio inéditos, la búsqueda de la interoperabilidad entre billeteras y el desarrollo de herramientas híbridas que faciliten el uso de efectivo, dinero móvil, e incluso, cripto.
Con el fin de ayudarte a preparar para un nuevo ciclo de innovación, en iupana hemos consultado expertos del sector para realizar este compendio con las tendencias de pagos digitales que guiarán el año 2022.
(Y por si fuera poco, hemos invitado a unos lideres de los pagos digitales en Garena, Disney y SafetyPay para conversar sobre expectativas en el sector este año, en un evento en vivo el martes 18 de enero. Reserva tu cupo aquí).
Nuevos modelos de pagos embebidos
Tras dos años de proliferación de wallets y otros medios de pago virtuales –en gran medida motivada por la pandemia- empezaremos a ver una mayor suma de esfuerzos y aglutinación de jugadores. Las asociaciones en modelos de finanzas embebidas serán clave para producir soluciones capaces de diferenciarse en un océano de opciones.
“Esta confusión de múltiples apps y formas de pago nos lleva a una oportunidad para hacerse de una sola cuenta que tenga la información de todas esas opciones”, dijo Jeffrey Bower, oficial superior de inversiones en International Finance Corporation (IFC), institución del Banco Mundial que promueve el desarrollo del sector privado en países emergentes.
Casos como el de Yape en Perú, que cerró el 2021 con más de 8 millones de usuarios, sirven como una muestra del nutrido potencial de las billeteras. No obstante, el siguiente paso es ver cuan rentable resulta para las instituciones abordar sus servicios financieros en las aplicaciones de terceros.
En México, por ejemplo, la empresa china de taxi por aplicativo Didi lanzó Didi Pay para que los choferes reciban los pagos a través de cuentas bancarias. Uber tiene un servicio similar junto con BBVA en ese mismo país. Y todo indica que seguiremos viendo una aceleración en estos acercamientos.
En la misma línea, desde la óptica de Mastercard, «hay una necesidad muy clara de establecer alianzas entre todos los actores del ecosistema financiero, más allá de la forma como antes se hacía, que era una tendencia. En cambio, hoy por hoy la velocidad es algo muy importante”, opina Thiago Dias, vicepresidente de fintech para Mastercard Latinoamérica y el Caribe.
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La interoperabilidad de pagos: ¿sueño imposible?
Al unísono, seguirá avanzando la construcción del ecosistema con un empuje necesario a la interoperabilidad entre plataformas; un esfuerzo que continuará siendo liderado por los reguladores en cada país.
Si bien la variedad de formatos de pagos es favorecedora para el usuario, lograr que varias billeteras se conecten entre ellas para realizar transferencias instantáneas es un desafío para casi todos los ecosistemas de pagos locales en la región.
“Más bancos centrales buscarán brindar soluciones que interoperen con los diferentes bancos, y eventualmente, que también den acceso a las fintech”, proyecta Iñigo Rumayor, cofundador de Arcus, empresa B2B de Payments-as-a-Service.
Destacan casos como el argentino, donde conviven unas 30 billeteras, con Mercado Pago acumulando el mayor número de usuarios. El Banco Central terminó al final de 2021 el lanzamiento de su plataforma Transferencias 3.0 para agilizar la conexión entre las plataformas, pero los retos tecnológicos para incorporar códigos QR se perfilan como un desafío.
“La gran ola de la interoperabilidad no ha llegado”, agrega Bower; “una desventaja que disminuye la posibilidad de saltar entre estos mundos (apps)”.
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Pagos y el dinero cripto
El ecosistema de pagos ha estado ampliando su radio de acción, coexistiendo no solo con el dinero físico y digital, sino también con las criptomonedas.
“El caso de uso de las criptomonedas es muy diferente al del dinero físico, pero yo creo que las líneas entre ambos mundos van a desaparecer en los siguientes años”, apunta Bower.
Algunas instituciones de alcance mundial ya están preparando sus propias redes para sumarse a esta realidad, como Mastercard que tiene operativo su programa de cripto cards: tarjetas conectadas con billeteras cripto.
Para la multinacional, la protección del pago frente a la volatilidad asociada a las criptomonedas es lo más importante, tanto para el usuario como para el comercio que acepta la transacción.
Las monedas descentralizadas como bitcoin sufren variaciones constantes y significativas en su valor, convirtiéndolas en vías de alto riesgo para operaciones digitales que tienen que ser procesadas en segundos críticos, donde la cotización pudo haber cambiado.
Pero las monedas estables o stablecoins, que son monedas digitales cuyo valor está anclado a monedas fiat como el dólar, le han permitido a la empresa de tarjetas incorporar pagos virtuales, manteniendo el precio.
No obstante, estas operaciones aún prescinden de regulación en Latinoamérica.
“Trabajamos de la mano con todas las entidades para que esto se convierta en una jornada hacia la completa regulación, aceptación, comprensión y utilización de criptomonedas con los diferentes instrumentos de pago”, adelanta Dias.
Un próximo paso también será abordar las monedas digitales de banco centrales (CBDC, por sus siglas en inglés). Emisores de Chile, Brasil y más recientemente México, han adelantado sus planes de emitir sus propias monedas digitales, en un signo de que la tendencia cripto se está materializando en hechos tangibles.
“La idea de las criptomonedas ya ha sido aceptada por el sistema financiero formal y no las veo desapareciendo en el futuro”, afirma Bower.
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Cash-out: El rol de los puentes físico-digitales de pagos
Como hemos visto, nos encontramos en un periodo donde coexisten múltiples vehículos de pago y donde lo digital gana terreno por su conveniencia y flexibilidad. Y mientras se sigan haciendo más fáciles, seguras y baratas las tecnologías para utilizar el dinero virtual, mayor será su adopción.
Sin embargo, la industria no puede “esperar que el usuario use digital, si no le conviene”, sostiene Rumayor. “Digital por digital, no lo veo”.
Si bien los medios virtuales ofrecen mejor experiencia para el cliente, esto no supone una migración total. Todavía tendrán vigencia las estructuras híbridas de pagos que también permitan hacer uso del efectivo, para seguir acompañado este cambio gradual durante el 2022.
“Este modelo va a potencializar lo digital. No están peleados: si ofreces soluciones de cash in y cash out, la gente va a ir migrando a lo digital. Pero se debe tener ese puente del dinero físico para que también se anime”, explica el experto de Arcus.
En economías donde el uso de efectivo es fuerte, la escena no solo puede resultar perjudicial para la migración hacia lo digital, sino también desfavorecedora para la competencia entre fintechs y bancos.
A juicio de Rumayor, los bancos tienen cierta ventaja por su presencia de ATMs y sucursales, mientras que para las fintech, el costo de uso de efectivo es elevado y los términos de depósito pueden resultar complicados.
“En México, por ejemplo, para las fintechs se vuelve súper importante porque si no tienen sucursales y más del 80% de mexicanos realizan transacciones en efectivo, ¿cómo les ofreces un puente, como si fueran sucursales, para que la gente pueda ir y hacer depósitos o retirar efectivo?”, cuestiona.
¿Cómo ven los gerentes de pagos digitales en Disney, Garena y SafetyPay el panorama para este 2022? Lo conversamos en vivo el martes 18 en una Masterclass especial de iupana. Regístrate aquí para participar en el evento.